El Comercio. El policía de la Dirección Antidrogas (Dirandro) notó algo raro cuando introdujo la mano en el balde que contenía el líquido. Lo mismo sintió cuando, luego de rociar con ese mismo líquido la poza de maceración que debía incendiar, arrojó un fósforo y se escuchó una explosión. Supo, entonces, que los narcotraficantes que preparaban clorhidrato de cocaína estaban utilizando un ingrediente nuevo.
Los análisis posteriores a dicha operación policial, llevada a cabo el pasado 22 de octubre en el centro poblado de Tazo Grande (distrito del Monzón), confirmaron que en lugar de utilizar kerosene, cuya comercialización está prohibida, los narcotraficantes habían elaborado un nuevo insumo a partir de la mezcla de petróleo, gasolina, sal yodada y timolina, con resultados muy similares.
“Era un líquido más volátil y de rápida combustión. Por nuestra experiencia en este tipo de operaciones, supimos que se trataba de otra sustancia, una distinta”, relató a este Diario el policía. Aquel día la Dirandro destruyó 11 laboratorios clandestinos e incineró dos toneladas de insumos químicos.
Los dueños de este laboratorio –que huyeron del lugar– fueron identificados con los sobrenombres de ‘Cholo Isla’, ‘Pishtaco’, ‘Efra’, ‘Dino’, y ‘Lausaco’.
Estrategia fallida
La prohibición de comercializar kerosene data de setiembre del 2009. La intención de esta disposición era combatir el narcotráfico e impedir la venta del principal insumo químico (y de otros 25) para la elaboración de drogas, aquel con el que se extraen los alcaloides de la hoja de coca.
En los meses posteriores a esta disposición del Ejecutivo, el precio del kerosene se incrementó rápidamente y, de manera gradual, los narcotraficantes del Alto Huallaga –al igual que los del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE)– sintieron su escasez.
Fuentes de la Dirandro explicaron que, en un primer momento, se utilizó la kerosina, un componente del combustible utilizado para aeronaves. Sin embargo, su obtención demandaba gastos demasiado altos.
Ahora que se descubrió que los narcotraficantes utilizan petróleo, gasolina, sal yodada y timolina, la lucha antidrogas se complica, debido a que no se puede prohibir la comercialización de ninguno de los cuatro ingredientes que componen el sustituto del kerosene.
Más datos
Según información de la Dirandro-Tingo María, los narcotraficantes transportan insumos químicos escondiendo botellas en cajas de panetones de distintas marcas.
Fueron confiscadas en un camión 24 cajas llenas de botellas de ácido clorhídrico y muriático. Fue el miércoles en Cayumba (distrito de Mariano Dámaso, provincia de Leoncio Prado).