La guerra contra el narcotráfico en Colombia continúa y esta vez, tras una acción conjunta de la Policía con la Fuerza Aérea, cayó abatido el temido jefe narcotraficante, Pedro Oliverio Guerrero, alias “Cuchillo”; informó el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
“Cayó el asesino de asesinos”, dijo el mandatario en una rueda de prensa en la sede de la policía nacional, en Bogotá. Las autoridades dijeron que, tras enfrentamientos con bandas de delincuentes en el sur del país, habían hallado el cadáver de un hombre que al parecer era el de Guerrero. El cuerpo “fue identificado formalmente mediante (prueba) de huella dactilar”, explicó el jefe de Estado.
La muerte del jefe narcotraficante se registró en el caserío de Puerto Alvira, departamento de Meta, unos 320 kilómetros al sureste de Bogotá.
“Estábamos detrás de él hace muchos años. Se había vuelto una especie de leyenda, que nadie podía con él. Aquí se demostró que nadie escapa a la contundencia, coraje y determinación de nuestras fuerzas armadas, en este caso la policía”, agregó.
Las autoridades habían ofrecido una recompensa de hasta 2,5 millones de dólares por Guerrero, que se pagará a varios informantes que ayudaron a las autoridades a ubicarlo, dijo Santos.
El mandatario lamentó que en el operativo murieran dos policías y precisó que la operación policial se inició el 24 de diciembre y que junto a Guerrero, de 40 años, fueron encontrados dos pistolas y el cuchillo con que “degollaba a sus víctimas”.
“Este cuchillo es testigo mudo de por lo menos 3.000 asesinatos, ordenados y ejecutados por este criminal colombiano que finalmente ha caído”, dijo Naranjo exhibiendo las armas encontradas en poder de Guerrero.