Murales ecológicos que decoran y al mismo tiempo descontaminan el aire forman parte de una iniciativa de la Asociación Aire, que usa tecnología medioambiental para mejorar la calidad de vida de las personas.
Cada mural tiene la capacidad de filtrar el dióxido de nitrógeno emitido por los carros como si se tratase de 250 árboles. El Municipio de El Agustino y el edificio emblemático de Inmobiliari en Surco, en la capital, ya cuentan con uno que usa pintura fotocatalítica. Para el 2015 se han concretado proyectos con el penal Santa Mónica y con el PNUD. Asimismo se busca replicar el de El Agustino en otros distritos.
“Hicimos un mural de 250 m2 con una pintura especial, que tiene la capacidad de filtrar la contaminación ambiental, especialmente el dióxido de nitrógeno. Se trata de un revestimiento fotocatalítico que al día puede filtrar la misma cantidad de dióxido de nitrógeno que un árbol adulto por cada metro cuadrado de pintura”, explica Mathieu Reumaux, gerente de la Asociación Aire, al diario Gestión.
La empresa inmobiliaria Recrea financió el mural y los alumnos del curso de Publicidad Social de Toulouse Lautrec se encargaron de crear el concepto. Este fue el resultado de entrevistas que realizaron a los niños de un colegio cercano sobre los principales problemas que enfrentan en su día a día.
“La idea era no solo mejorar la calidad de aire sino crear conciencia sobre el tema de la contaminación a través de las voces de los mismos niños del distrito. Vemos que se ha creado una mejora en la conducta, los mismos pobladores ya empiezan a proteger y cuidar su espacio, lo que era un baño público es ahora un espacio donde transita la gente y está limpio”, señala Alejandro González, gerente de Imagen Corporativa de Ingroup.
El objetivo de la Asociación Aire es que se sumen otras empresas como ya lo hizo Odebrecht. Con ellos se hizo el piloto del año pasado y ahora están viendo cómo hacer para pintar el viaducto que va a unir la Costa Verde con Chucuito, también usando una temática de inclusión social.
“La meta que tenemos son 15 mil metros cuadrados de murales pintados, que es una meta bien ambiciosa pero creemos que con proyectos importantes y alianzas estratégicas se puede lograr, sobre todo con las empresas de concesión vial, para lograr un impacto importante justo donde se generan la contaminación, que son los ejes viales más transitados”, agrega González.
El interés de algunos municipios, que vienen dando cabida a este proyecto, no ha sido sólo medioambiental. La pintura es más cara pero les representa un ahorro en términos de duración. Por otro lado, al añadir un diseño artístico se reducen los costos de mantenimiento y limpieza, ya que los grafiteros respetan el trabajo de otros artistas.
Las empresas privadas también salen ganando, pues la inversión realizada por auspiciar un mural les genera beneficios en términos de responsabilidad social y reputación de marca, además de generar un impacto directo en la comunidad en la que trabajan.
“La invitación a unirse al proyecto está abierta tanto empresas que auspician murales como a personas naturales, que pueden ser voluntarios para pintar o donar un muro expuesto. Es importante sobre todo la colaboración de los municipios”, finaliza González.
DATO:
La inversión promedio para un mural de 200 m2 es de US$ 10 mil. El país más representativo en utilizar estos murales es Filipinas, que cuenta con el mayor proyecto de este tipo, con 8 mil m2 a lo largo de un eje vial. El impacto ha sido la reducción en 20% de la contaminación en la zona intervenida.