Municipio de Pichari concluirá en breve la construcción de defensas ribereñas

La municipalidad de Pichari, en el  valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), avanza a ritmo acelerado las obras de construcción de hasta tres defensas ribereñas en los ríos más caudalosos del distrito, como medidas de prevención ante el posible incremento del caudal de los ríos por las lluvias.

“Desde el año pasado la municipalidad de Pichari con el objetivo de prevenir el desborde de los ríos más caudalosos en el distrito ha iniciado los trabajos para la construcción de tres defensas ribereñas en los ríos Otari, Chirutiari y Pichari” informó Andrés Chinchay, supervisor del Proyecto Defensa Ribereña.

En conversación con  Diálogo Ciudadano noticiero de INFOREGION que se transmite desde San Francisco para todo el Vrae,  Chinchay explicó que los desastres ocurridos a fines del año pasado e inicios de este permitieron elaborar la documentación necesaria de los proyectos para la construcción de defensas ribereñas en ríos de gran caudal, asegurando con ello  la tranquilidad de la población vulnerable.

“En unas semanas se concluirá la defensa ribereña mixta (gaviones y enrocado) en el río Otari que protegerá a la comunidad nativa asháninca.  Esta es una obra bajo administración directa con un presupuesto que asciende al millón setecientos mil nuevos soles”, informó.

Explicó que otra obra de defensa ribereña que pronto se inaugurará se ubica  en el río Chirutiari en la comunidad de Puerto Embarcadero, zona que colinda con el distrito de río Tambo. Aquí el monto de la obra asciende a los 375 mil soles.

Finalmente la obra más importante que se inició en setiembre del año pasado y que supera los cuatro millones de soles es la defensa ribereña que se construye en el río Pichari, con casi 1.400 metros de encauce en ambas márgenes del río.

Esta obra, que se concluirá en noviembre próximo es ejecutada por contrata a través de la empresa Consorcio Río Braco.

Como se recuerda a comienzos de año una lluvia torrencial desbordó el río Pichari y sus aguas inundaron las casas del asentamiento humano San Juan de la Frontera generando cuantiosos daños materiales incluso la pérdida de terrenos cultivables. Poblados aledaños de Mantaro y Natividad sufrieron similares daños.

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