La Municipalidad del Cusco inauguró tres pozas para recepcionar los líquidos que genera la basura acumulada en el botadero Huaquira, y así impedir que estos discurran hacia el río Huancayo, en el marco de una serie de mejoras destinadas a preservar la salud de los habitantes y cuidar el medio ambiente.
Según el teniente alcalde de la comuna cusqueña, Mariano Baca, la basura acumulada en el botadero producía líquidos lixiviados que discurrían directamente al río Huaquira, que recorre toda la ciudad del Cusco y desemboca en el Urubamba, contaminándolos seriamente y provocando un severo daño ambiental.
Baca explicó que las tres pozas o piscinas de recepción, de 250 y 150 litros cada una, contienen una geomembrana que permiten que el lixiviado sea revertido o devuelto al mismo botadero y no salga de su ámbito. Además, explicó que ahora se ha comenzado a cubrir con capas de tierra la basura que se vierte en el botadero, la misma que luego se compactará con una aplanadora y se han instalado 32 chimeneas para la salida de los gases acumulados.
El botadero se ubica en una zona rural cercana a Cusco y recibe diariamente 202 toneladas métricas de residuos sólidos de sus siete distritos de la urbe y, pese a las mejoras anunciadas, las poblaciones campesinas cercanas demandan su erradicación por los daños que ocasiona a la salud de sus pobladores.