Chicas de Ucayali, de Iquitos y de gran parte de las regiones altoandinas del país, como Puno, Cusco y Ayacucho, son las principales víctimas de las mafias de la trata de personas que se especializan en administrar los negocios ilegales de la prostitución en las zonas de minería ilegal en Madre de Dios.
El Presidente de la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios, doctor Jhon Rosel Centeno, confirmó que según sus reportes el delito de trata de personas procedentes de otras regiones se concreta mediante la modalidad del engaño, es decir ofreciendo contratos de trabajo aparentemente legales que luego son ignorados por el contratista.
Como consecuencia, las estafadas quedan vulnerables en lugares aislados y sin recursos económicos para volver a sus lugares de origen, convirtiéndose en fáciles víctimas para la prostitución y la explotación laboral.
El magistrado indicó que estas modalidades delictivas se usan con mucha frecuencia en la propia capital regional, Puerto Maldonado, así como en las localidades de Inambari, Mazuko, Laberinto y Huepetuhe, debido a la demanda de diversión para los trabajadores mineros que operan en la zona aurífera.
El doctor Rosel Centeno agregó que toca al Poder Judicial juzgar y aplicar la ley sancionando a los autores de tales delitos. Agregó que en el caso de la trata de personas, el año pasado se registraron no menos de diez casos.