Don Leopoldo Ruiz llegó al Monzón hace más de 40 años. Ni el terrorismo de Sendero Luminoso ni el narcotráfico lo pudo mover de ahí. Fue uno de los pioneros en promover y defender el cultivo del café nativo en las montañas de Paucaco. Hoy tiene un nuevo proyecto en las montañas de Rosas Pampa a 1,600 m.s.n.m., altura ideal para el café de montaña. A sus 75 años, sigue trepando montañas con paso firme.
Cruzando el río Monzón, enrumbamos a conocer su nueva finca. Caminata empinada, agua, lodo y piedras; y a cada tramo, el camino interrumpido a causa de las lluvias.
La finca San Cristóbal se yergue hermosa sobre dos hectáreas y media, en una de las cuales ya logró albergar cuatro mil plantaciones de café orgánico sin el uso de fertilizantes químicos ni plaguicidas.
Sentado en su tambo pude observar como sigue abonando el café con dolomita, un abono natural barato pero de difícil traslado por su peso.
¿Y cómo sacan sus productos?: “Necesitamos un proyecto para la carretera, son cinco kilómetros nada más. Nosotros vamos a ampliar el camino para poder llegar con acémilas. Ni los ingenieros quieren llegar hasta acá”, fue su respuesta.
¿Y los sacos de café?: “Eso es más fácil, traeremos tubos de cuatro pulgadas y, mediante trochas, llegará nuestro café a los mercados ecológicos”. Ingenioso, pero el tema es subir los insumos, abonos y fertilizantes naturales.
Es tiempo de retornar, luego de dos horas y media, se divisa a lo lejos el cuartel de las FF.AA. y la comisaria de Monzón, me tiemblan las piernas y casi no siento mis manos.
A dos días de la caminata sigo con dolores en las piernas, dolores que enriquecen, que alientan a seguir apostando por el desarrollo de estas comunidades. Nadie me lo contó. Los cultivos lícitos con comercio justo sí pueden funcionar en el Monzón. No será fácil, pero es legítimo (Manuel Boluarte Carbajal).
DEVIDA APOYA
Devida apoyará a los caficultores de Monzón en 537 hectáreas con 269 kilos de semillas de café; 7,968 sacos de roca fosfórica, guano de isla, compost y fosfato, 537 litros de abono foliar, entre otros insumos. También proveerá de 360 tijeras de mano y de podar, 180 serruchos de podar y 72 cajones fermentadores.
En el marco del Programa Post Erradicación en el Monzón, el componente productivo consiste en la instalación y mantenimiento de plantaciones de café; transferencia tecnológica permanente mediante escuelas de campo, capacitaciones grupales, y visitas técnicas a las parcelas.
Asimismo se entrega semillas, bolsas, fertilizantes, equipos y herramientas; y se promueve la “asociatividad” que busca fortalecer los comités de productores en el proceso de articularlos al mercado.
* Artículo publicado en la revista InfoRegión
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