Modificaron contrato para pagarle más a la empresa israelí que entrenó a las fuerzas de élite en el Vraem

No solo se detectaron irregularidades en el proceso de contratación de la empresa israelí Global CST sino también en la ejecución de la denominada “prestación de servicios de asistencia técnica especializada” que recibieron las unidades de élite de las Fuerzas Armadas en el Vraem, de acuerdo con los informes remitidos por la Contraloría al Ministerio Público.

La República tuvo acceso al contrato secreto suscrito entre el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la firma Global CST, el 20 de octubre del 2009, en el que se detallan las características de la “asistencia técnica” de los asesores israelíes.

La investigación del caso la desarrollan simultáneamente la Contraloría y el Ministerio Público, aplicándose por primera vez un acuerdo tripartito suscrito el año pasado por las tres instancias con la finalidad de combatir la corrupción de funcionarios públicos.

Según la auditoría practicada por la Contraloría que está en manos del Ministerio Público, la prestación de servicios no se cumplió conforme lo estipulado por el contrato.

Ahora le corresponderá al Ministerio Público ampliar el número de denunciados, que hasta el momento son 14, entre ellos dos ex viceministros de Defensa, y 12 altos mandos del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas entre 2009 y 2010.

CONTRATO SECRETO
Global CST estaba obligada a efectuar las siguientes labores:

a) Estructuración de un Grupo Nacional contra el Terrorismo (GNCT).

b) Diseño del Concepto Operacional Dinámico (CONOP).

c) Planeamiento Estratégico y Operacional en el Estado Mayor del Comando Conjunto.

d) Entrenamiento y reformas organizacionales del Comando Conjunto.

e) Entrenamiento de comandos con miras a su despliegue operativo.

El ex comandante general de la Región Militar del Centro (RMC) entre el 2005 y 2006, general de división (r) Rafael Hoyos De Vinatea, quien durante su gestión tuvo bajo su mando las operaciones en el Vraem, señaló que oficiales peruanos con amplia experiencia en lucha contraterrorista podían haber ofrecido la misma asesoría a mucho menor costo.

“A nadie se le ocurriría en Israel contratar a militares peruanos para combatir a los terroristas del Hamas, porque, obviamente, las fuerzas israelíes tienen mucha más experiencia en la materia que los peruanos. Que yo sepa, los israelíes no cuentan con experiencia de guerra en la selva, que es una característica del Vraem”, explicó el general Hoyos.

“Veamos desde el punto de vista de los resultados. Después de la asesoría de los israelíes, fueron efectivos de la policía quienes capturaron al cabecilla ‘Artemio’ en el Huallaga y dieron de baja a un mando terrorista clave en el Vraem, el ‘camarada William’. No fueron los comandos entrenados por los israelíes”, señaló.

Fotografías del adiestramiento tomadas por Global CST demuestran que los militares peruanos recibieron instrucción en pruebas de tiro al blanco, detección y destrucción de minas antipersonales y primeros auxilios en zona de combate. “Todo eso nos enseñan en las escuelas militares. Nos pudimos ahorrar los 40 millones de soles que costó el contrato con los israelíes para destinarlos al mejoramiento de las tropas en el Vraem”, opinó el general Hoyos.

CON ALFOMBRA ROJA
Lo que ha sorprendido a las autoridades es que el contrato con Global CST se modificó hasta en dos ocasiones y ambas en beneficio de la compañía israelí, dijeron fuentes relacionadas con la investigación. Las dos modificaciones se hicieron el 25 de junio del 2010, ocho meses después de la suscripción del contrato. El propósito de estas modificaciones fue ampliar los alcances del contrato original para la ejecución de otras formas de asistencia técnica, lo que implicó un desembolso adicional.

El contrato se firmó por 9 millones 100 mil soles y se amplió por 1 millón y medio de dólares más, lo que da un total de 10 millones 600 mil dólares (sin contar el pago del IGV y del Impuesto a la Renta que corrió a cuenta del Comando Conjunto, con lo que al final el costo del servicio bordeó los 40 millones de soles).

Los servicios adicionales contratados a Global CST fueron:

a) Evaluación del uso de aviones no tripulados.

b) Curso de medicina de combate.

c) Seguridad de la información.

d)    Entrenamiento del Destacamento Foxtrop, con la finalidad de adiestrar a una fuerza de 400 efectivos, “capaz de desplegar 13 patrullas de combate, y (en condiciones de) ser insertadas en cualquier parte del Vraem, como disponga el Comando Conjunto”.

LA VOZ DE LA EXPERIENCIA
“Nada de lo que enseñaron podría calificarse de extraordinario. Las lecciones que ofrecieron respondían al más elemental sentido común. Cuando hablaron de prácticas con armamento, creímos que traerían algún equipamiento especial, pero no fue así. Disparamos con nuestras propias armas. Pensábamos encontrarnos con coroneles o comandantes, pero los oficiales que llegaron eran muy jóvenes. Pienso que ellos vinieron más bien para aprender de nosotros”, afirmó un oficial que recibió la instrucción de Global CST y que continúa en el Vraem, razón por la que pidió no ser identificado.

Las fuentes vinculadas con las investigaciones indicaron que los instructores cumplieron su misión con visas de turista y no con visas de trabajo, como corresponde. Y confirmaron que la mayor parte del personal eran oficiales muy jóvenes de las Fuerzas de Defensa de Israel.

Los oficiales de las Fuerzas Armadas denunciados por la Contraloría ante el Ministerio Público ocupaban posiciones estratégicas en el Comando Conjunto cuando se procesó y ejecutó el contrato con la compañía israelí.

Entre ellos se encuentra el vicealmirante Reynaldo Pizarro Antram, que se desempeñaba como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Pizarro es ahora el número dos de la Marina.

LA VISTA GORDA
Entre 2009 y 2010, jefaturaron el Comando de Inteligencia y Operaciones Especiales Conjuntas (CIOEC) los generales de división EP Ricardo Moncada Novoa y Benigno Cabrera Pino. El primero es el actual comandante general del Ejército y el segundo comandante general de la Región Militar del Sur (RMS).

Otros oficiales acusados son el general de división EP Felipe Aguilar Vizcarra, quien actuó como jefe de Operaciones del Comando Conjunto. Hoy Aguilar es jefe de Estado Mayor del Ejército, el número dos de la institución castrense.

El ahora retirado contraalmirante Juan Narro Lavi, durante la ejecución del contrato, fue el jefe de la División de Comando y Control Conjunto, mientras que el contraalmirante Armando Brandon Zerga estaba al frente de Planes y Política del mismo organismo militar.

En la lista de denunciados están incluidos los coroneles FAP Álvaro Guerra Carrillo y Welder Del Águila Tello, ex jefes de la Oficina Jurídica del Comando Conjunto; y los coroneles EP Juan Bazalar Pérez y Luis Altez Ríos, que ocuparon la jefatura de la División de Preparación y Evaluación y la jefatura de la oficina de Administración del Comando Conjunto, respectivamente.

Los informes de la Contraloría indican que estos oficiales pudieron cuestionar la ejecución del contrato, pero prefirieron allanarse. (Ángel Páez)