El reciente caso del sujeto identificado como Aníbal Inocencio Laurencio, de 41 años de edad, detenido por tráfico ilícito de drogas en la modalidad de ingesta de condones rellenos de cocaína líquida, ha puesto sobre el tapete la reactivación de dicha técnica ilícita para eludir los cada vez más intensos controles que ha puesto en acción el Frente Policial Huallaga.
Como se recuerda, el traficante aquejado por fuertes dolores abdominales tuvo que ser intervenido en el Hospital de Tingo María, donde los médicos le lograron salvar la vida y extraerle del estómago casi un kilogramo de la droga repartida en 32 envoltorios.
La modalidad de ingesta de droga es considerada como altamente peligrosa, pues con frecuencia el «burrier» sufre la ruptura de los envoltorios dentro de su organismo y de no mediar un rápido lavado gástrico puede morir intoxicado, informó el Frente Policial Huallaga a INFOREGIÓN.
La cantidad que el detenido llevaba no era poco. El pesaje efectuado por personal de la Dirección Antidrogas determinó el peso de 0.935 gramos, ante lo cual las autoridades policiales y de salud han invocado evitar este tipo de acciones que pueden conducir a la muerte.
Las investigaciones continúan y se han ampliado, pues al momento de la intervención, el detenido se encontraba en compañía de su conviviente Maritza Rosmery Barrueta Ubaldo (34).