Minsa vacuna a cerca de cinco mil pobladores del Vraem contra hepatitis B

Cerca de 5,000 pobladores del distrito de Pichari, en la provincia de La Convención, en Cusco, y que forma parte del ámbito del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), fueron vacunados contra la hepatitis B este año, entre dosis primera, segunda y tercera, se informó hoy.

Según el Ministerio de Salud (Minsa), del total de personas que recibieron esta vacuna 426 son recién nacidos y el resto pertenece a los grupos de riesgo, entre ellos los trabajadores de salud.

Pichari tiene una población aproximada a 40,000 pobladores, lo que indica que la población vacunada es poco más del 10 por ciento. De acuerdo a las normas técnicas, las vacunas son sobre todo para proteger a la población en riesgo.

Además, agregó el Minsa a INFOREGIÓN, los pacientes infectados con hepatitis B reciben el tratamiento y consejería en el establecimiento de salud.

En los próximos días, un equipo del Minsa de la Estrategia Sanitaria de Prevención y Control de VIH/ITS y Hepatitis B, brindará asistencia técnica en la provincia de La Convención.

En esta jurisdicción, el personal de salud de los distritos que forman parte del La Convención: Santa Ana, Echarate, Kimbiri, Quellouno y Pichari, recibirán capacitación para implementar acciones de prevención contra la enfermedad, la identificación de los casos, el inicio del tratamiento y la adecuada aplicación de las intervenciones sanitarias.

En cumplimiento de la asistencia técnica a las regiones, el equipo técnico del Minsa ha realizado con éxito estas acciones de capacitación en las zonas de mayor prevalencia de hepatitis B, como Huanta y el Dátem del Marañón.

Otro de los objetivos de las reuniones técnicas es difundir los mensajes de prevención y control de hepatitis B en la población, en coordinación con la Red de Salud La Convención y la Diresa Cusco.

El Minsa precisó que la hepatitis B es una enfermedad que se puede contraer por contacto directo con la sangre y relaciones sexuales pero que por su sintomatología avanza de forma «silenciosa».