La Dirección Regional de Energía y Minas de Puno (DREM) detectó que el 90 % de mineros informales que extraían oro de la cuenca de Inambari se trasladaron al distrito de Ananea, principal foco de contaminación de la cuenca del río Ramis.
En la actualidad está prohibida la extracción de oro en Ananea, por los daños medioambientales que generaron a lo largo de los últimos años.
Una disposición emitida en el gobierno de Alan García estableció la paralización de toda actividad minera en esa zona.
La medida obligó a los mineros ubicar nuevos puntos de extracción y se trasladaron a las márgenes del río Inambari, en la provincia de Carabaya.
De allí retornaron hace más de dos semanas hacia Ananea, porque el temporal lluvioso les permite contar con el agua necesaria para lavar ingentes cantidades de tierra.
El gobierno aún no ha tomado medidas para impedir la extracción de oro en la cuenca del Inambari.
Volverán a Inambari
La DREM avizora que cuando se hagan efectivos los decretos que declaran de interés la recuperación de la cuenca del río Ramis, los mineros volverán a la selva puneña a continuar con su actividad extractiva con total libertad.
Todo un fenómeno que parece de nunca acabar si es que el Ejecutivo no toma en serio las facultades que le asignó para normar sobre minería informal en el Perú, consideró Miguel Flores, de la ONG Ecología y Libertad.
La Gerencia de Recursos Naturales y Medio Ambiente del gobierno regional hará llegar la siguiente semana al Ejecutivo una propuesta para tratar el problema de la minería informal en Puno.
CLAVES
MINEROS. En Ananea operan en total 3 mil mineros informales que hacen uso de maquinaria pesada para remover ingentes cantidades de tierras. Ninguno de los que opera en la zona paga impuestos al Estado. Pero a diario extraen un promedio de 800 gramos de oro.
Fuente: Liubomir Fernández en La República
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