Las empresas mineras de origen canadiense que operan en el Perú estudian la posibilidad de proponer nuevos mecanismos para mejorar las relaciones con comunidades campesinas y nativas, que podrían incluir hasta ceder un mínimo porcentaje del accionariado de esas compañías.
La evaluación ha llevado a que ejecutivos de esas firmas viajen a Canadá para tomar la opinión de sus matrices y conocer más detalladamente cómo las empresas mineras han establecido una buena relación con las comunidades nativas asentadas en territorios donde se realizan actividades extractivas.
“Allá (en Canadá) existen mecanismos que adaptados a la realidad peruana se podrían aplicar acá”, dijo una fuente del sector.
Mediante los llamados Acuerdos de Impacto y Beneficios, en ese país de Norteamérica se han reforzado las relaciones entre la empresa y las comunidades y se ha logrado un apoyo local al proyecto minero.
Estos acuerdos incluyen disposiciones que cubren, entre otros aspectos, empleo, capacitación, contratación de trabajadores locales, protección ambiental y también participación en el capital social.
Los ejecutivos están estudiando los detalles de estos mecanismos con el fin de evaluar si es posible aplicarlos en el Perú.
Después de México, Perú es el segundo socio comercial más importante que tiene Canadá en América Latina y el Caribe.
Según datos oficiales, en nuestro país operan, aproximadamente, 85 empresas mineras y de exploración junior y una docena de compañías de petróleo y gas canadienses. Antamina, Barrick, Pan American Silver y Sulliden son algunas de las grandes empresas mineras que cuentan con inversión de capital canadiense.
Minería en Canadá
En ese país, 185 comunidades dependen de la minería, industria que emplea a 369 mil trabajadores. Existen cerca de 3 mil proyectos de exploración en todo el territorio.
Análisis – Carlos Herrera Descalzi, ministro de Energía y Minas
Hoy habrá avances en negociación
Ojalá que esta semana podamos cerrar las conversaciones con las empresas mineras sobre el impuesto a las
sobreganancias mineras, y ese también es el deseo de las mineras. Mañana (hoy) vamos a conversar para saber cuáles son los avances. No sé si tengamos un acuerdo pero al menos tendremos respuestas a ciertas preguntas. Nosotros les hemos pedido el plazo más breve posible. Pero no por mucho madrugar amanece más temprano, también hay plazos mínimos que se necesitan, y ellos mismos tienen que hacer sus cálculos y sus consultas.
No solo es un tema de llegar a una concordancia sobre números, sino también sobre la viabilidad legal.
FUENTE: Diario Gestión – Por RICARDO MONTERO y ROBERTO ROSADO
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