Los proyectos mineros deberían tener no solo un estudio de impacto ambiental, sino también un plan de desarrollo e inclusión social para la zona en que se desarrollará esa actividad extractiva, afirmó el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal.
Explicó que si se va a realizar una actividad de gran magnitud, como un proyecto minero, la empresa debería decirle al Estado cuál es su propuesta de desarrollo para la zona y cómo se suma a la que viene implementando el Estado.
“Se trata no de una promesa de desarrollo sino un estudio exigible y que podría ser articulado a la estrategia de desarrollo del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social”, señaló.
Indicó que este plan debe ser parte de varios principios a los que debería responder la minería, para mejorar significativamente el desarrollo de esa actividad a futuro.
En su opinión, otro principio debe ser que los impactos ambientales que genere la minería deben ser compensados, como se hace en otras partes del mundo. Sostuvo que para ello se puede trabajar el mecanismo de “pago por servicios ecosistémicos”, es decir, si se va utilizar el agua de una cuenca, entonces debería compensarse a esa cuenca
Añadió que otro aspecto pasa por reconocer que la oferta hídrica en el Perú es alta, pero el problema es su uso porque gran parte del agua termina en los océanos debido a que no se han construido reservorios, y eso tiene que empezar a solucionarse.
Además, refirió que las empresas deben tener capacidad de conversar y ser las primeras promotoras del diálogo con las comunidades donde se proyecta desarrollar un proyecto hídrico ya que si no lo hace pone en una posición difícil al Estado.
“Si tenemos estas cuatro condiciones creo que en el futuro la forma de realizar minería va a mejorar significativamente”, puntualizó.