Militares no deben involucrarse en lucha antinarcóticos porque el problema sería mucho mayor

El analista en temas de seguridad y narcotráfico, Fernando Rospigliosi, reiteró su opinión de que las Fuerzas Armadas no deberían involucrarse en la lucha contra las mafias de la droga, debido al gran efecto corruptor del narcotráfico, pues como los militares tienen poder político sería muy complicado investigarlos y sancionarlos.
 
El periodista puso como ejemplo el caso de una banda que operaban en Piura, y que tenía su centro de operaciones en el casino de un cuartel militar importante, a donde el brazo de la justicia y menos aún la Policía Nacional, podían alcanzarlos.


Allí ellos trabajaban en total impunidad y manejaban un «negocio» que enviaba toneladas de cocaína hacia el exterior por vía marítima.
 
Recordó los años 80 y 90, cuando los militares se involucraron en la lucha antidrogas con el resultado fue una gran corrupción, pero que se llevó adelante bajo pretexto de combatir al terrorismo.


«Eso no se puede ni debe repetirse, porque Sendero Luminoso, tanto en el Huallaga y en el VRAE está reducido a grupos que actúan como sicarios, y porque el peligro real a la seguridad nacional es el narcotráfico», fustigó.
 
Rospigliosi también se preguntó si las bases militares del VRAE no estaban siendo afectadas por la corrupción de las mafias que operan en la zona, en relación a las acciones realizadas por algunas patrullas militares contra ‘mochileros’ que llevaban droga, y que en principio se les tildó de narcoterroristas.
 
«¿No estarán cobrando cupos, y como hay atrasos en los pagos ocurren represalias y emboscadas a los mochileros?», dijo tras comentar que los especialistas en el tema saben que los mensajeros de la droga van armados para evitar ser asaltados por otras bandas, pero no para enfrentarse a las fuerzas del orden.


El analista también evaluó el incremento de la violencia en el Perú a consecuencia del ilícito negocio, tanto en los valles cocaleros como en Lima, donde se ha llegado a asesinar a jueces sin mayor reacción del Estado.