Advirtió que no habrá resultados importantes para combatir el tráfico ilícito de drogas de no entenderse que se trata de un mal y un “negocio ilegal” que trasciende las fronteras nacionales.
“Los gobiernos de nuestros países deben dar una batalla decidida, sin reservas, en lo posible determinante, para atacar el problema al interior de nuestras fronteras”, manifestó en Radio Nacional.
En ese sentido, insistió en que “si no hay una efectiva cooperación regional e internacional, que no ha habido hasta ahora, este problema no va a desaparecer”.
Según un informe de la OEA divulgado en julio pasado, la incautación de drogas en el continente creció al pasar de 402,7 toneladas métricas en 2007 a 550,6 toneladas en 2009, pese a lo cual la acción de los cárteles del narcotráfico no ha sido socavada.
Además, según especialistas, el narcotráfico se ha convertido en una amenaza a la seguridad, particularmente, para algunos países de Centroamérica.
Rodríguez afirmó que el problema del crimen organizado, recrudecido por el narcotráfico, no es exclusivo de México, que vive una ola de violencia en la lucha contra los carteles de la droga, sino que es problema que hoy traspasa las fronteras.
Comentó que en la última reunión del Comité de Cooperación y Fármacodependencia entre Perú y México, ambos gobiernos ratificaron su compromiso de fortalecer la cooperación en esa materia y de promover la colaboración de otras naciones.
En esa línea, el Perú ha propuesto una Reunión Antidrogas a realizarse en el primer semestre de 2012, que busca evaluar la política antidrogas, la corresponsabilidad entre países productores y consumidores y consolidar la acción conjunta contra el narcotráfico.
El diplomático mexicano indicó que el problema del tráfico de drogas exige hacer efectiva la corresponsabilidad, pues si existe producción de drogas es porque hay una “enorme demanda” en los países consumidores.