La Secretaría de Agricultura de México informó la aprobación de dos expedientes de permisos (de 35 solicitados), para siembra experimental de maíz genéticamente modificado, aunque no se detalló el nombre de las empresas, organizaciones o personas autorizadas para realizar las pruebas en terreno controlado.
La confirmación generó una intensa polémica sobre los efectos que ocasionarán los experimentos con cultivos transgénicos en variedades nativas en un país como México considerado la cuna del maíz y en donde desde hace años se propuso el inicio de la siembra experimental de maíz genéticamente modificado, que según sus impulsores, resiste plagas, brinda mayor productividad, utiliza menos agua y fertilizantes, hasta que finalmente se alcanzó una ley que le abrió el camino.
Se «autorizaron la expedición de los primeros dos permisos, de un total de 35 solicitudes, para la realización de siembras experimentales de maíz genéticamente modificado», confirmaron las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente en un comunicado.
«Las siembras que se realizarán se mantienen en la fase de experimento y se harán en terrenos controlados y totalmente aislados de otro tipo de cultivos. En los estados donde se autorizaron las siembras experimentales no hay presencia de maíces criollos», añadieron.
No se detalló a qué empresas se concedieron los permisos, aunque informaciones de prensa locales precisaron que la empresa estadounidense Monsanto, la mayor productora de semillas del mundo, así como Dow AgroScience y PHI de México figuraba en la lista de las firmas solicitantes.
Sí se informó en cambio que la siembra experimental se realizará en los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Tamaulipas, en el norte del país, y en el de Jalisco, ubicado en el occidente.
México, el cuarto país mayor productor de maíz del mundo abrió en marzo del año pasado el paso a la siembra experimental del grano transgénico, al aprobar la ley de bioseguridad.
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