LIMA. Ayer se bloquearon 145 vías a nivel nacional como producto de las movilizaciones. En esa jornada se desarrolló una protesta masiva que fue desde el Centro de Lima hacia otros distritos de la capital como Miraflores; hecho que generó bastante movimiento sobre todo a partir de las seis de la tarde.
Mientras en Jirón Pachitea con Carabaya en el Centro de Lima se incendiaba una casona por motivos aún no confirmados oficialmente, en Palacio de Gobierno se preparaba un mensaje a la nación, que lo que hizo fue echar más leña al fuego. El mensaje se caracterizó por enaltecer a la PNP y a las Fuerzas Armadas, criminalizar el derecho a la protesta y a lamentar más los daños materiales a la propiedad privada y pública que a los casi 50 muertos a cargo del excesivo uso de las llamadas fuerzas del orden.
La presidenta Dina Boluarte comenzó su discurso agradeciendo a la Policía Nacional, la Fiscalía de la Nación y a la Defensoría del Pueblo. Aseguró que su gabinete está más unido que nunca y llamó a la paz y al diálogo, a la calma en medio del caos, pero no precisó cómo. De lo que sí se aseguró que de cuestionar el derecho a la protesta con un intento de chantaje emocional a los manifestantes, insinuando que dejar a sus familias en casa por ir a exigir sus demandas legítimas es egoísta o irresponsable.
Entre enfrentamientos con la Policía, reclamos, arengas, forcejeos, gases lacrimógenos y lesiones de distintos tipos, ya se hablaba de detenciones arbitrarias en las calles. Hay infiltrados violentos en las protestas, sí, pero la mayoría de personas exige de forma legítima un Estado que tome en cuenta sus necesidades y deje de lado la corrupción. También se detectaron ternas vestidos de civiles en tolvas de carros policiales desplazándose por la avenida Arequipa.
La represión policial en la arteria citada intentaba interrumpir la continuidad de parte de las y los manifestantes hacia el Parque Kennedy en Miraflores. Luego tomó la palabra el Presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola. Desde el inicio lamentó atentados hacia los que llamó “héroes nacionales”, o sea la Policía Nacional. Reiteró su apoyo a las Fuerzas Armadas y la PNP, para luego asegurar junto a la presidenta que los manifestantes tienen como objetivo quebrar el estado de derecho. Pero que todo estaba bajo control.
Pero, ¿De qué estado de derecho estamos hablando? Es importante recalcar aquí que se instó, en el mensaje a la nación, en que todo el peso de la ley caiga sobre quienes han atentado contra el orden público. ¿Y las casi 50 personas asesinadas por el exceso de fuerza policial y militar? Si esto no genera más descontento social entonces la poca escucha desde los poderes del Estado lo hará.
Hablaron después ministros como Vicente Romero, titular del Ministerio del Interior, quien ofreció sus condolencias por el asesinado en Arequipa, Juan Carlos Condori Arcana. Hizo un balance: un muerto, 16 civiles heridos, 22 heridos de la PNP. Estas cifras, con seguridad, cambiaron a lo largo de las horas de la noche. Felicitó a las fuerzas del orden y luego cedió la palabra a Paola Lazarte, ministra de Transportes y Comunicaciones. Ella informó sobre la actividad en aeropuertos de Puno, Cusco y Arequipa.
Por otro lado, se dieron agresiones a dos periodistas de Canal N y los y las estudiantes alojados en San Marcos y la UNI muestran su solidaridad con las personas que se vieron perjudicadas por el incendio de una casona anoche. Dicotomizar las protestas entre buenos y malos, terrorista o héroes, azuza más las desigualdades y nos aleja más de un pacto social. Sean o no todas las consignas que se compartan, es importante informar cómo se dan las narrativas en las manifestaciones como en la esfera política.