MEM niega denuncias de contaminación del río Amazonas por operación de minera

El Ministerio de Energía y Minas calificó como infundadas las  protestas de un grupo de nativos awajun-wampis de las comunidades del distrito de Cenepa, en la provincia de Condorcanqui, en Amazonas, contra las mineras que operan cerca de la frontera con Ecuador, específicamente la empresa Dorato Perú.


Sostuvo al respecto que la compañía no cuenta aún con los permisos de operación necesarios, pues estos se encuentran en trámite.


Cabe recordar que, días atrás, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, AIDESEP, junto con diversas asociaciones indígenas amazónicas, anunció que si la empresa Dorato no se retiraba de la zona, iniciarían una marcha hacia los campamentos ubicados cerca de los puestos militares Tambo y Ciro Alegría para expulsar a sus trabajadores.


Más aún, la movilización se inició el lunes cuando 500 nativos de diversas comunidades del Cenepa partieron hacia Tambo y Ciro Alegría con los rostros pintados y lanzas en las manos.


Apus tomaron decisión de protestar ante posible contaminación


La decisión de protestar ante lo que creen sería la contaminación de los ríos de la zona fue adoptada por los apus de las comunidades, quienes alegan que la explotación minera podría contaminar además las reservas naturales de la región, así como la propia Cordillera del Cóndor.


AIDESEP aseguró, además, que se envió cartas al ministerio para informarles sobre esta situación, pero que no obtuvieron respuesta alguna.


Al respecto, Alfredo Rodríguez, director general de Minería del Ministerio de Energía y Minas, aseguró que hasta el momento no se había recibido ningún documento.


Dijo, además, que la empresa Dorato Perú, de capitales canadienses, no opera en la zona actualmente, sino la minera Afrodita, de capitales peruanos, la misma que se encuentra en la etapa de exploración y que ha paralizado sus actividades por la proximidad de la época de lluvias.


Según Rodríguez, estas protestas contra la minera canadiense no tienen sustento y nacen de la desinformación.


«Lo que sí se ha detectado en esta región es la presencia de mineros informales ecuatorianos, que cruzan la frontera, explotan el oro y los demás minerales y lo trasladan a su país para venderlo», concluyó.