La meta del Proyecto Apoyo a los Gobiernos Regionales en la Formalización de la Minería Artesanal (APOGORE), a cargo del Ministerio de Energía y Minas con apoyo de las Naciones Unidades es formalizar a 50 mil mineros artesanales informales. Los trabajos se iniciaron en Puno con la instalación de una oficina técnica de apoyo, en el distrito de Ananea.
El director General de Minería, Víctor Vargas, señaló que el MEM seguirá trabajando en este campo hasta que se apruebe el proyecto de ley que crea el organismo, el cual tendrá la función de implementar el Plan Nacional de Formalización que elaboró una Comisión Multisectorial formada para resolver este problema.
Durante una reunión realizada el martes 12, en el auditorio del MEM, con participación de casi un centenar de mineros artesanales, formales e informales procedentes de Ananea, Rinconada y diversas comunidades, así como autoridades distritales, Víctor Vargas mencionó que la preocupación principal de todos es la minería en un marco de legalidad.
Asimismo, su labor se debe realizar con seguridad, cuidando el medioambiente y con responsabilidad social. Vargas dio a conocer que ya se cuenta con los planes catastrales de los distritos de Ananea, Cuyo-Cuyo y Crucero. Se empezará a laborar en estos lugares en base a la información disponible, formando oportunamente mesas de trabajo por zonas.
En tanto, Clara García, asesora del despacho ministerial, luego de recordar que el MEM es “la casa de todos los mineros”, dijo que la Comisión Multisectorial espera resolver toda la problemática de la minería informal en cinco años, enfrentando este desafío con realismo y con mucha transparencia.
Guillermo Medina, responsable de APOGORE, explicó que se trata de un proyecto del MEM bajo la gestión del PNUD, de apoyo a los gobiernos regionales. Se trata de fortalecer sus capacidades para impulsar la formalización de la minería artesanal. Es un programa de capacitación y no de inversión, cuyo plazo previsto originalmente era de cuatro años.
“Hemos considerado conveniente insistir en la difusión de las ventajas de la formalización y la importancia que reviste una minería de calidad, mediante el empleo de la tecnología adecuada”, señaló Medina.
Agregó que la formalización es un proceso que se puede lograr de dos maneras. El camino más fácil es el que se trata de áreas de libre disponibilidad. El segundo es cuando el minero informal está en terreno de terceros, entonces se tiene que propiciar el acercamiento con el titular de la concesión minera.
“En este caso, se puede actuar mediante un contrato de explotación. El MEM solo cumple el papel de intermediario, no es árbitro ni puede dar opinión. Tiene que mantener una imparcialidad absoluta”, anotó el funcionario.
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