El tránsito de vehículos de carga pesada e interprovinciales en el kilómetro 191 de la carretera Federico Basadre, a la altura de la provincia de Padre Abad en Ucayali, que ayer se encontraba a punto de colapsar, se tornó hoy más fluido debido a los trabajos de ensanchamiento de la plataforma ejecutados por Provías Nacional.
Así lo informó Segundo Montoya Arista, director regional de Defensa Civil de Ucayali, quien detalló que si bien el tránsito de los vehículos por la zona “continúa por un solo carril, éste ya no es peligroso y se encuentra más fluido gracias a los trabajos de ensanchamiento de la vía”.
“Me comuniqué con el secretario técnico de Defensa Civil de Padre Abad y me confirmó esta información que nos brinda tranquilidad porque los choferes estaban muy preocupados ante el temor de sufrir algún accidente por el mal estado de la carretera” precisó el funcionario.
Desde hace varias semanas cae sobre la provincia, intensas precipitaciones pluviales que han ocasionado severos daños en la carretera que uno Tingo María y Pucallpa pasando por Aguaytía, lo que ha ocasionado la restr5icción del tránsito para evitar accidentes.
Montoya Arista precisó que ya se ha recuperado la transitabilidad en los sectores de Previsto y Boquerón, que forman parte del tramo Puente Chino-Aguaytía de la carretera Federico Basadre, en Ucayali.
Para ello fue necesario ampliar la plataforma e iniciar los trabajos de corte en roca, que se ejecutaron desde el pasado sábado por parte del personal del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Funcionarios del ministerio precisaron que los trabajos en la zona continuarán a ritmo acelerado a fin de que, a más tardar la próxima semana, se tenga un pase vehicular definitivo y sin restricciones de modo que el transporte de pasajeros y de carga fluya con normalidad por la carretera Federico Basadre.
Las lluvias torrenciales que azotaron el departamento selvático de Ucayali en febrero pasado afectaron a 11 mil 227 pobladores y 2 mil 40 viviendas.
Asimismo más de mil 700 hectáreas de cultivos se perdieron en Aguaytía, capital de la provincia de Padre Abad, a consecuencia del desborde de los «ríos» provocados por las lluvias