El Fiscal Superior Coordinador de las Fiscalías Especializadas en Criminalidad Organizada, Jorge Chávez Cotrina anunció la contratación en el corto plazo, por parte del Ministerio Público, de más peritos que apoyen a la lucha contra el lavado de activos para solucionar el cuello de botella que se ha producido en ese frente.
“Si tenemos que hacer 360 pericias al año y contamos con diez peritos, el trabajo es ineficiente. Al tanto de esta problemática, es que el Fiscal de la Nación ha tomado la decisión de contratar más peritos que apoyen a la lucha contra el lavado de activos”, señaló.
Explicó que la investigación en los delitos de lavado de activos es más compleja dado que se tiene que hacer seguimiento a las cuentas bancarias, a las transacciones financieras, a las importaciones y exportaciones de las organizaciones delictivas y de los bienes adquiridos a nivel nacional e internacional por estas mafias.
Mencionó que existen normas, como la que dispone un plazo perentorio para que los bancos puedan dar respuesta al pedido de la Fiscalía del levantamiento del secreto bancario de algún sospechoso de incurrir al blanqueo de dinero, entre otros. Sin embargo, afirmó que la institución enfrenta la falta de peritos para la investigación contable y financiera, “algo que se solucionará a corto plazo”, según dijo.
Opinó que la única forma de enfrentar el lavado de activos es imputarle hechos a las empresas relacionadas con organizaciones criminales. En ese sentido, dijo que se cuenta con una medida legal dictada por la Corte Suprema que ha servido para formular denuncias contra personas jurídicas, tal como ocurrió con las empresas de los Sánchez Paredes.
“Este instrumento nos ha servido para formular denuncias contras otras personas jurídicas vinculadas a hechos delictivos desde el 2010”, indicó. Agregó que una manera de controlar y evitar el lavado de activos es formular una norma en la que se establezca que toda transacción que supere los US$10 mil se realice a través del sistema bancario.
“Esto sería de gran ayuda para controlar y vigilar cómo se está moviendo el dinero en nuestra economía nacional”, comentó.
De otro lado, señaló que en el Perú no existen cárteles de droga sino clanes familiares. “Los que operan en el país son clanes como la familia Quispe Palomino. Son clanes que se dedican a determinadas acciones del eslabón de la cadena del narcotráfico. Por ejemplo, un clan familiar se dedica al transporte del insumo químico, otro clan se dedica a la elaboración de la droga en la poza de maceración, y así sucesivamente”.