Marco Avilés: «Nunca hubo instrumentalización del racismo a nivel político como hoy»

LIMA. Respecto al desarrollo de la campaña de la segunda vuelta presidencial y lo que se ve en los últimos días, el escritor Marco Avilés consideró que «lo que es nuevo es la instrumentalización del racismo a nivel político como no lo veíamos». Citó que ello se ve en «el intento de supresión de votos en zonas rurales de parte de Fuerza Popular (FP)» para reducir la cantidad de votos para Pedro Castillo afectando zonas rurales donde más votaron por él. Consideró que la defensa de votos que alega FP es una «careta» y calificó de «espantoso» que esta «exposición de racismo» no se esté problematizando así desde la prensa.

«Lo que vemos es un rechazo, esto no quiero ver, no existe» ante el voto mayoritario a Perú Libre en provincias como Chumbivilcas; esto es «bien característico de las élites limeñas», muy vinculado a «nuestro subdesarrollo» en personas con poder que «se niegan a ver la realidad», remarcó. Luego recordó que en las elecciones ciudades como Lima y Cusco han «estado aplastadas por propaganda costosa» puestas por gente adinerada, «quienes terruquean a quienes tienen menor poder adquisitivo (…) quienes han sufrido en mayor grado la violencia terrorista». Explicó que ello es posible ante la asimetría de quienes emiten mensajes usando muchos recursos versus quienes los reciben, que no pueden responder al mismo nivel.

 

El autor del libro «De dónde venimos los cholos» recordó que «el racismo y la violencia racial es una constante en el Perú» desde la Colonia y la instauración de la República. Lamentó que este sea «una de nuestras instituciones más sólidas» en el país y que ante el cual «no hacemos nada de modo institucional» para enfrentarlo. Añadió que esta tara social genera pobreza, atraso, etc. En ese sentido, precisó que «es necesario conectarse con quienes peor sufren el racismo: las comunidades indigenas, afroperuanas, venezolanas, etc».

Avilés recordó ver «a muchos colegas mirar con escepticismo atravesado de racismo la candidatura de Castillo». Al respecto, el autor de «No soy tu cholo» dijo que su «candidatura me empezó a parecer importante porque está sacando lo peor de la gente y eso es necesario de ver». Más allá de las críticas que se le pueda formular, consideró que «es simbólico que después de 200 años de República, una persona como él, (…) arraigada en los Andes,» llegue al poder. Sin embargo, advirtió que «tampoco hay que idealizar esto», pues su llegada al poder no va a resolver nada por sí mismo como fue el caso de Obama en los EE.UU.

Apuntó que la fuerte polarización está haciendo que «la gente esté a punto de agarrarse a puñetes y patadas». Recordó que a ello se agrega que en toda campaña electoral el factor emocional es muy fuerte, tanto así que ese ambiente se respira hasta en wasaps familiares. Remarcó que por ello es que hay gente que dice «mejor no hablemos de política». Ante ello, alertó que se trata de un ambiente «deseable» para un gobierno autoritario. Y en ese sentido recordó que «las redes sociales son funcionales para el autoritarismo» ya que sirvieron para el triunfo de Trump y de Bolsonaro.

Al analizar un comentario donde se daba por «normal» que gracias a un Quispe tenemos papa en nuestras mesas, Avilés llamó la atención de que «Castillo es el Quispe que no te está dando la papa, es el Quispe que quiere gobernar. Pretendemos ver a las personas, a los grupos demográficos, como inmovilizados en esos lugares. Un indígena esta muy bien en su comunidad con sus telares, etc, pero cuando sale de alli, genera un terremoto, eso ocurre ahorita. El racismo lo aprendemos en las familias, en las escuelas», sentenció.

Y para contrarrestar esa mirada, Avilés planteó que debería enseñarse en las escuelas la historia de cómo se forman nuestros países desde la mirada económica. Allí se podrá esclarecer el estado de pobreza en las que permanecen muchas comunidades (negras, indígenas, etc) y entender que uno no es pobre porque quiere. En ese marco, muchos emigran y dejan sus comunidades por lo que Avilés anotó que bajo la figura de Castillo hay una épica en la no emigración: una resistencia a una energía que obliga a los peruanos a desarraigarse.

Reflexionando cómo se da hoy el racismo en países comunistas o capitalistas, apuntó -como ejemplo- que después de varias décadas, en Cuba el racismo sigue siendo «gravitante» en esa sociedad. En tanto, recordó que el «capitalismo instrumentaliza al racismo para poder implementar un sistema de implementación de riqueza» para usar mano de obra cada vez más barata, que es la «mano de obra de personas racializadas». Más allá de si un sistema es mejor o peor para enfrentar al racismo, el problema es que en ningún sistema hay interés para enfrentar el problema, declaró Avilés en entrevista a INFOREGIÓN.

La entrevista completa el miércoles 16 a las 18 hrs. en nuestro Facebook y Youtube.