Marcas de reservas de biosfera: el mecanismo de reconciliación entre el hombre y la naturaleza

A principios de los años 70, el Programa para El Hombre y la Biosfera (MBA) de la Unesco creó el modelo de la reserva de biósfera. Una iniciativa que busca mejorar a nivel global la interacción entre las personas y los recursos naturales y culturales para promover el desarrollo sostenible y la conservación de la biodiversidad. 

Las reservas de biosfera son áreas naturales protegidas y están diseñadas para articular los conocimientos y el trabajo de los profesionales científicos y sociales, organizaciones de conservación y desarrollo, autoridades y comunidades locales. Esto con el propósito de consolidar la paz, sostenibilidad y conectividad ecológica. 

Hoy en día, en el Perú existen siete Reservas de Biosfera: Huascarán, Manú y Noroeste Amotapes-Manglares (1977), Oxapampa-Ashaninka-Yanesha Bioay (2010), Gran Pajatén (2016), Bosques de Neblina – Selva Central (2020) y Avireri-Vraem (2021). 

Reserva de Biosfera Oxapampa-Asháninka-Yánesha, ubicada en la región Pasco. Foto: Andina

¿Por qué es necesario reconocer el papel de estas reservas?

Vivir en un ambiente sano entre los seres humanos y la naturaleza sí es posible, sin embargo, para conseguirlo es importante involucrar a todos los actores del desarrollo. Este es un paso clave en la implementación de alianzas y actividades, tales como el turismo y la producción agrícola sostenible, que fomenten la conservación y el desarrollo social y económico del territorio. 

Recientemente, las asociaciones dedicadas a la producción de café y miel de las reservas de biósfera Manu y Bioay establecieron un acuerdo de hermandad sobre sus procesos productivos con criterios ecológicos, como el buen manejo de residuos sólidos de sus producciones, así como el compromiso de seguir comercializando sus productos bajo una marca con criterios sostenibles e identidad cultural. 

¿Cómo se determinan los criterios de sostenibilidad para crear una marca de reserva de biosfera?

El último viernes, el jefe de la Unidad de Desarrollo Sostenible de la Gerencia de Reserva de Biosfera Bioay, Yoseph Ojeda, estuvo presente como ponente en un nuevo webinar de la Red de Reservas de Biosfera del Perú, organizado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). 

En el encuentro, Ojeda explicó que para obtener los criterios de sostenibilidad de cada producto esta pasa por la evaluación de la metodología MESMIS, utilizada para estudiar la sostenibilidad de los sistemas de manejo de recursos naturales, sobre todo, en los pequeños agricultores y en su contexto local. 

Con ello, se busca estudiar las limitantes y posibilidades en el ámbito social y económico que impiden o reducen las oportunidades para asegurar la sustentabilidad y las propuestas que se han implementado para hacer frente a esas barreras. 

La marca Bioay ofrece productos de cacao, granadilla, miel y naranjilla aprovechados de manera sostenible. Foto: Gob.pe

En el caso de la marca Bioay, la primera en lograr la certificación de una reserva de biosfera en el Perú, Ojeda comenta algunos de los mecanismos implementados para garantizar las prácticas sostenibles. 

Lo que tratamos de ver ahí principalmente son dos puntos: la conectividad y la protección de la vida silvestre. Por ejemplo, lo que tratamos es que el 100% del área se encuentre establecida de acuerdo con el uso de suelo indicado en el título de propiedad. También, solicitamos una declaración jurada que garantice el no cambio del uso de suelo por lo menos 10 años previos. Para nosotros esto es muy importante, y, la cero tolerancia a la comercialización y caza de cualquier especie de flora o fauna silvestre en situación de peligro de extinción”, explica. 

Por otro lado, en representación de la marca de reserva de biosfera del Manu, la coordinadora de Proyectos de Sociedad Zoológica de Frankfurt, Laura Samaniego, informó que actualmente están trabajando con siete distritos que abarcan la Reserva Nacional del Manu: dos de Madre de Dios y cinco de Cusco, y las instituciones que forman parte del comité técnico. 

Actualmente, más de 50 habitantes de la biosfera del Manu ofrecen lo mejor de su producción ecológica. Foto: Andina

“Los requisitos que tienen que cumplir nuestros productores, como asociación o empresa, tienen que cumplir los estándares que piden los indicadores. Las cadenas de valor que son prioritarias son el café, la miel de abeja y los servicios turísticos. Ellos ya pueden hacer uso de la marca dentro de su servicio, más como un tema de imagen, posicionamiento y promoción de la marca”, indicó. 

Dentro de los criterios de sostenibilidad priorizamos siete. Entre estos están el manejo de residuos sólidos, el aprovechamiento sostenible de la energía y el agua, la reducción de químicos y la deforestación cero”, añadió.