La pésima coordinación entre las autoridades de la Municipalidad Provincial de Huamanga y el Gobierno Regional de Ayacucho ocasionó que cientos de visitantes, quienes venían en la “Caravana del Jubileo 2009”, se queden varados en plena vía Libertadores, debido a que los buses fueron impedidos de ingresar a la Plaza Mayor, donde se tenía previsto un cálido recibimiento en agradecimiento por haber elegido como destino turístico a la ciudad de las 33 iglesias.
Un fuerte cerco policial se formó en la entrada de la avenida Pérez de Cuellar, donde efectivos policiales al mando del Comandante PNP Javier Lavado Hurtado, provistos de camionetas y motocicletas, impidió el ingreso de la caravana.
De inmediato se hizo presente en el lugar, el presidente regional Ernesto Molina Chávez junto a funcionarios regionales, lo que originó una discusión en plena vía pública que trajo consigo un caos vehicular que se prolongó por aproximadamente una hora.
En tanto, los visitantes mostraron su indignación ante el maltrato de la que eran objeto. Ellos, en evidente estado de fatiga por el largo viaje, tuvieron que soportar la negligencia y rivalidad del alcalde de Huamanga y el presidente regional de Ayacucho.
“No es posible que por protagonismos políticos seamos maltratados de esta manera, elegimos venir a Huamanga por la Semana Santa; pero este recibimiento me confirma que existen personas que no tienen consideración por hacer bien las cosas y siempre son movidos por deseos mezquinos; Ayacucho no se merece esta imagen pero autoridades como esta deben ser condenados”, indicó uno de los pasajeros.
Niños y ancianos llevaron la peor parte
Los que llevaron la peor parte fueron las personas de tercera edad y niños, quienes al promediar las 11 de la noche pedían solución urgente al problema, debido a que muchos de ellos tenían familiares y agencias de turismo que los esperaban en la inmediaciones de la Plaza Mayor.
Ante esta circunstancia, muchos de los turistas optaron por abandonar los buses en la calle y se retiraron indignados por los maltratos de la que eran objeto. Mientras, la discusión continuaba entre los funcionarios del gobierno regional y los efectivos del orden.
El tiempo pasaba, el pánico cundía y la impotencia crecía. De pronto, una llamada autorizó el ingreso de los buses a la Plaza Mayor lo que devolvió la calma a los turistas,no obstante la ilusión duro poco. El representante del Ministerio Público Mariano Velarde Álvarez lleg{o hasta la zona para informar que no era posible el ingreso de la caravana.
“Existe un litigio entre la Municipalidad y la empresa Cruz del Sur, y no se pueden permitir el ingreso de estos buses porque sería un mal precedente”, indicó Álvarez.
Pasada las 11 de la noche, los viajeros fueron finalmente trasladados al terminal de la empresa Cruz del Sur, donde desembarcaron para emprender rumbo hacia la Plaza Mayor de Ayacucho.
Asimismo, el gobierno regional habilitó camionetas para trasladar a estos visitantes a los lugares de su estadía.