LIMA. La Feria de Artesanías del Perú se realizada en el Parque Kennedy, distrito de Miraflores, hasta el 26 de marzo. Aquí se encuentran artesanos y artesanas de 10 regiones del país que exhiben sus productos y, además, exponen y comparten sus experiencias.
En la feria participa Rosario Colina Arrollo, “Charo” como la llaman en su pueblo, quien, a sus 71 años, se ha convertido en una de las embajadoras de su cultura que ha llegado a Lima, para mostrar con orgullo su arte.
Charo es una maestra artesana de la comunidad nativa Tsachopen, distrito de Chontabamba, en Oxapampa, Pasco. Realiza el teñido de telas con raíces, hojas y flores y confecciona cusmas, plasmando toda su sabiduría ancestral en verdaderas obras de arte que guardan el aroma de siglos de conocimientos.
Ella participa de la intervención Saberes Productivos de Pensión 65 donde continúa practicando su arte que, además de bello, es ecológico, pues es producido en perfecta armonía con la naturaleza; y lo enseña a otras adultas mayores y mujeres jóvenes.
A fin de resaltar su trayectoria de vida – por preservar la cultura de su pueblo y de emprendimiento – por ser ejemplo de mujer emprendedora -, la señora Rosario fue reconocida por el Programa Pensión 65, al recibir un diploma de manos del director ejecutivo, Julio Mendigure Fernández.
Charo cuenta que de niña vio a su madre elaborar prendas, pero recién tuvo el interés cuando se trasladó a Lima. Trabajó en una casa donde le permitieron estudiar y ella optó por corte y confección y al regresar a Chontabamba, empezó a elaborar prendas de vestir.
Se casó y luego vinieron los hijos (dos mujeres y un varón). Y cuando la felicidad parecía duradera, falleció su esposo y se quedó viuda con dos hijos pequeños. Entonces la venta de ropa y bisutería Yanesha le permitió sacar adelante a su familia.
“Con mi familia hemos elaborado distintas variedades de artesanía para conservar la tradición y cultura de nuestra comunidad. Mi pueblo Yanesha ha trabajado duro para que reconozcan su valor. Hoy siento que quieren aprender lo que sabemos”, cuenta.
Un factor importante para el impulso de su emprendimiento fue el apoyo de la Unidad Territorial de Pensión 65 en Pasco, que trabaja en el rescate de los conocimientos e impulsa las actividades productivas de los adultos mayores, para lo cual cuentan con la plataforma “Tayta Negocios, Comercio y Trueque Ancestral”, desarrollada por Pensión 65, a través de la cual doña Rosario también comercializa sus productos.
Con su saber, la artesana ha participado en ferias y exposiciones, además de transmisiones intergeneracionales en colegios de su distrito y en otras regiones. Hoy está elaborando y comercializando sus trabajos con una de sus hijas, Lesly, quien la ayuda a atrapar el color en sus telas “para vestir no solo cuerpos sino también espíritus”, según señala.
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