Madre de Dios paralizada por inundaciones

Desde hace 12 días llueve en la Región de Madre de Dios. Las lluvias no se detienen y el cielo parece abierto como una gigantesca catarata, que por horas para de llover, pero retorna con letal intensidad; ya sea en la ciudad o en las nacientes de los ríos y quebradas haciendo que los ríos Madre de Dios y Tambopata mantengan el nivel de las aguas fuera de su cauce, perjudicando ya a más 9,000 personas.

Hasta la fecha, la ayuda de emergencia todavía se centraliza en la ciudad de Puerto Maldonado, en las inundaciones en torno a la ciudad, dejando de lado a las comunidades ribereñas asentadas en las márgenes de los ríos, las miasmas que solicitaron el apoyo de la Prensa.

INFOREGIÓN visitó hoy las comunidades río abajo de la ciudad de Puerto Maldonado, para recoger la información desde el lugar de los hechos.

Con el apoyo de los mismos agricultores que pusieron a nuestra disposición una embarcación, salimos a las 6 de la mañana 2 horas rio abajo, hacia la comunidad denominado Juan Velasco Alvarado, donde se afirma que más de 200 hectáreas de cultivos se han perdido a consecuencia de las inundaciones.

Los agricultores quieren mostrar a la prensa nacional la real dimensión de la emergencia y la pérdida de sus parcelas agrícolas, ya que ellos denunciaron que toda la ayuda de emergencia está centrada en la ciudad de Puerto Maldonado y se olvidan como está padeciendo los agricultores en el campo.

TODO ABANDONADO

A hora y media de Puerto Maldonado las casas de los agricultores están abandonadas, muchos de ellos han escapado a partes más altas en donde han construido campamentos provisionales. La ayuda aún no ha llegado a estos lugares.

Remigio Pacayo Pinto, nos lleva a su chacra para mostrarnos sus plantaciones de plátano, con la diferencia que en esta oportunidad no llegamos a pie sino en una embarcación.

“Después de 50 años volvió a inundarse, la vez anterior, 1960, yo era solo un niño”, comenta.

Sus cultivos de plátanos están inundados. Ya son dos semanas que las aguas se mantienen en el mismo nivel y las hojas de los plátanos empiezan a marchitarse. Remigio dice que las raíces se están pudriendo, una tres hectáreas de plátanos ya se han perdido.

Alfredo Quispe Ramos, es el Presidente de la comunidad. Tiene sembríos de maíz, plátano, papaya y cacao. Todo inundado.

De la canoa se lanza a las aguas para demostrar el nivel de profundidad y sus pies no tocan el fondo, tiene que nadar con precisión para mantenerse a flote, hasta llegar a las plantas de maíz, coge algunas mazorcas de maíz para mostrarnos.

Pudimos comprobar que las mazorcas de maíz están crecidas y han echado raíces, producto de la humedad y las aguas que se mantienen más de diez días, como enormes lagunas.

Lo más trágico son sus cultivos de papaya, unas tres hectáreas en plena producción. Las aguas superan incluso a las plantas de papaya, sus hojas se marchitan, y las frutas se están pudriendo, ya no sirven para la comercialización. Sus cultivos de tres hectáreas de papaya ya se han perdido.

“ESTAMOS ABANDONADOS”

Marcial Villagaray Vargas, nos lleva a su parcela agrícola, donde tiene plantaciones de naranja, tanjelo, limón, cacao y maíz, aproximadamente unas siete hectáreas de cultivo.

Cuando lo entrevistamos, se le quiebra la voz. “Acá estamos abandonados señor periodista”, dice entre sollozos.

Hermosas plantaciones frutales, combinadas con plantaciones coberturas de abono, están inundadas.

En la chacra, ya no hay un solo lugar para poner el pie en tierra firme, todo está inundado, ni un solo lugar donde prender fuego para que puedan preparar sus alimentos, ni un solo lugar para descansar.

Recorrimos sus plantaciones con el agua hasta el pecho, con el riesgo de perdernos en las aguas turbulentas.

Marcial nos muestra sus plantaciones de naranja, tanyelo, acaricia sus frutos y los mira con profunda tristeza y dolor. Más de siete hectáreas de cultivos de árboles frutales se perderán dejándolo sin ingresos para subsistir.

CRISIS EN EL AGRO

En la comunidad Juan Velasco Alvarado hay más 50 familias que se dedican a la agricultura. Ellos practican la agroforestería, una modalidad de cultivos combinados entre plantaciones de maíz con árboles frutales y maderables con cuberturas que sirven de abono natural.

Una moderna práctica de agricultura acorde con la sostenibilidad de la Amazonía, todo un gran reto, una gran inversión, hoy echado todo a perder.

Muchos de ellos como Alfredo Quispe son sujetos de crédito de la banca financiera, ellos han obtenido créditos del sistema financiero local, ahora parece que pueden perder hasta sus propias parcelas agrícolas, ya que con las pérdidas de sus cultivos, no tienen qué comer, cómo pagar la educación de sus hijos, ni cómo pagar los créditos de la banca, están prácticamente arruinados, en la banca rota.

Si en esta comunidad cada agricultor tiene en promedio hasta siete hectáreas de cultivos diversos, entendemos que habrían perdido más de 300 hectáreas de cultivo. Pero para entender la dimensión real del desastre provocado por las inundaciones este año, tenemos que considerar que existen más de 40 comunidades ubicados en la orillas de los ríos. Las pérdidas en el campo son millonarias.

URGENTE PEDIDO AL GOBIERNO

Los agricultores piden la presencia del Gobierno central, ellos recuerdan que apoyaron al Presidente con sus votos en las elecciones pasadas y se lamentan que los tengan olvidados.

A esto se suma, los albergues turísticos, la mayoría de ellos ubicados en las márgenes de los ríos Madre de Dios y Tambopata, igualmente inundados.

Los caminos que conducen a los atractivos turísticos están bajo las aguas. En los días lluviosos, los animales se esconden y no son vistos por los turistas, con lo que se pierden las oportunidades de una excursión exitosa con avistamiento de animales o aves y desalienta la llegada de los turistas.

Según información de los propietarios de los albergues, la mayoría de los paquetes turísticos se han cancelado hasta marzo, ocasionando la paralización de las actividades turísticas y la pérdida de ingresos para las empresas, de sus trabajadores y de los guías de turismo.

Producto de las inundaciones la actividad minera también está paralizada, ya que sus campamentos y las zonas de extracción minera están ubicadas principalmente en los causes de los ríos, humedales y las zonas bajas.

Con la paralización de la principal actividad económica de la región, seguida de la cancelación de los paquetes turísticos y la paralización de la actividad turística, la agricultura y la actividad maderera; puede producirse una crisis económica en la región de Madre de Dios.

El comercio gira en torno a las actividades económicas hoy afectadas y paralizadas por las inundaciones, sin saber cuándo culminara de llover. A muchos pobladores les hace recordar la gran inundación del 1960, en que estuvieron abandonados por más de un mes, sin la visita de las autoridades del gobierno central.

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