MADRE DE DIOS. Dos trabajadores madereros que pescaban en una embarcación a orillas del río Tahuamanu fueron atacados con flechas el domingo pasado. Uno pudo huir herido de gravedad, pero aún se desconoce la condición y el paradero del segundo. Ello fue el resultado de un incidente entre un grupo de indígenas Mashco-piros y dos madereros en la zona de ampliación de la Reserva Territorial Madre de Dios.
El herido, afectado en el vientre y el brazo, fue llevado desde Iñapari para ser intervenido en el hospital Santa Rosa de Puerto Maldonado. Fuentes confiables del hospital señalaron que el trabajador de la empresa maderera, tras ser sometido a una operación en la mañana de ayer, se encuentra en condición de salud estable. La operación se efectuó sobre la zona del vientre y de uno de sus brazos.
El incidente movilizó a la policía hacia la zona, a la que se accede solo cuando el caudal del río se encuentra alto, navegando unas cuatro horas desde el distrito de Iberia. Cerca al lugar del incidente hay un puente construido por la empresa maderera. Según el portal Ojo Público, en marzo pasado, Maderera Canales Tahuamanu tiene a su cargo dos concesiones forestales sobrepuestas al área de desplazamiento de la población Mashco-piro.
«Esto no es una guerra»
Para el presidente de la comunidad indígena Nueva Oceanía, Enrique Añez, es probable que los indígenas se hayan molestado por creer que las personas que entraron a su territorio iban a destruir el bosque, pudiendo haber identificado determinados signos, como su vestimenta. “Está prohibido ponerse ropa anaranjada; además, pescar no está permitido”, acotó el jefe comunal al Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (Caaap).
Las autoridades han enviado un contingente policial armado, aseguró el presidente de Nueva Oceanía, para buscar al desaparecido. Algunos de los miembros de la comunidad acompañaron la primera búsqueda, sin embargo, han decidido no continuar. «Esto no es una guerra. No pueden hacer eso. Tiene que intervenir el Ministerio de Cultura. Pueden pasar más cosas», alertó Añez. El dirigente precisó, además, que este “no ha sido un enfrentamiento entre la comunidad y la empresa», pues el territorio de esta no abarca la zona en donde ocurrió el incidente.
Ante los hechos relatados, el dirigente recordó que en el 2015 una empresa maderera quemó 18 casas para que sus habitantes se retiren del lugar, lográndolo en muchos casos. “Ha sido la empresa y ahí quedado esa denuncia. No sabemos por qué no se ha hecho justicia por eso”, lamentó Enrique Añez Dos Santos.
Personal policial sigue con las indagaciones
El coronel PNP Wilder Rodríguez Arapa, jefe encargado de la XV Macrorregión Policial Madre de Dios, confirmó que se está realizando la búsqueda en la zona con apoyo de la empresa maderera. «Ha ido personal en la mañana de Iñapari, en la búsqueda con personal de homicidio, de secuestro. Han subido a la parte de Alto Bélgica, pero no han encontrado nada», declaró.
Recordó que en el viaje hacia esa zona, el personal policial “encontró a una ambulancia de Iñapari, trayendo a una persona que tenía lesiones en la parte del vientre”. “Lo que se ha podido indagar es que (los trabajadores) se fueron a pescar y, al parecer, han sido sorprendidos por personas no contactadas. Por la época de baja del río es posible. Esto está en investigación”, agregó.
Radio Madre de Dios buscó a la abogada Yoni Picchotito Haquegua, asesora legal de Maderera Canales Tahuamanu, pero esta no aceptó dar declaraciones, remitiéndose -según dijo- a la investigación fiscal y lo que han puesto en conocimiento de las autoridades.
Más reacciones:
El Ministerio de Cultura (Mincul) emitió un comunicado y ratificó la información publicada y subrayó que cuentan con cincos puestos de control y vigilancia en Madre de Dios, 17 agentes de protección que realizan funciones de patrullaje y monitoreo para la identificación de posibles amenazas a los Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (Piaci).
En tanto, la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad) se solidarizó con las familias de los afectados, «reiterando a los funcionarios competentes el grave riesgo que implica la habilitación de actividades extractivas y, en general, la presencia de terceros en territorios de pueblos indígenas en aislamiento». Asimismo, exigió al Estado que cumpla con su obligación de adoptar medidas efectivas para garantizar que estos hechos no se repiten.
Fuentes:
Radio Madre de Dios, Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (Caaap)