Madre de Dios: El futuro de la castaña y la captura de carbono

MADRE DE DIOS. Los castañeros de Madre de Dios, miembros del proyecto REDD+ Castañeros, están cambiando sus costumbres: están dejando de lado la tala de sus árboles maderables (como un ingreso adicional a la actividad castañera) por la conservación de éstos, con el fin de obtener a cambio ingresos generados a través de la comercialización de créditos de carbono (reducciones de emisiones verificadas). «Esto es el futuro de las concesiones de castaña», sostiene Juan Carlos Grifa Dea, presidente de la Federación Departamental de Castañeros de Madre de Dios (Feprocamd).

Además de los otros beneficios que el proyecto ofrece para sus miembros, como acceso a pilotos productivos para incrementar sus posibilidades económicas, Grifa, junto a Marita V. C. y Brian C. G. y otros 405 concesionarios socios del proyecto, recibieron como concepto de utilidades por la venta de créditos de carbono en el 2021, la suma de S/ 29 500 cada uno; superando entre todos los castañeros, los S/ 11 millones, muy aparte de los ingresos por la comercialización de los productos de la castaña.

Es probable que por los años 2022 y 2023 estos castañeros reciban sumas superiores a lo percibido en 2021, ya que “el precio de los créditos de carbono está en ascenso, aunque el mercado de crédito es variable, pero está en asenso”, refiere Eduardo Galindo, director del Proyecto REDD+ Castañeros de la empresa Bosques Amazónicos (BAM).

Copa del árbol de castaña.

En 2023 ya son más de 600 castañeros que se están asociando al proyecto REDD+ Castañeros desarrollado por Bosques Amazónicos (BAM), empresa forestal dedicada a la conservación de los bosques y su aprovechamiento sostenible, la que gerencia los créditos de carbono en los mercados internacionales.

Si los 1200 concesionarios de castaña que existen en la región de Madre de Dios se afiliaran al proyecto, estaríamos hablando de cifras que superarían los S/ 40 millones de ingresos de inversión privada en el sector castañero, una cifra récord para la conservación y manejo sostenible de los bosques en esta región.

Con los ingresos adicionales por las utilidades de créditos de carbono, los castañeros están costeando, por ejemplo, estudios de sus hijos en universidades privadas de la capital, la compra de equipos y maquinarias para mejorar la extracción de la castaña, mejoras para el manejo sostenible de sus bosques. Estas son inversiones que en otros tiempos no hubieran sido posibles. «Los ingresos adicionales de los créditos de carbono le está añadiendo un valor adicional al bosque, en beneficio de los concesionarios de castaña», menciona Galindo.

Eduardo Galindo, director del proyecto REDD+ Castañeros.

La buena noticia es también para los bosques de Madre de Dios, ya que los propietarios de las concesiones de castaña le están dando mayor valor al bosque en pie, según Galindo es tres veces más rentable tener ingresos por créditos de carbono que ingresos por la venta de la madera de un árbol talado. «Es ahora más rentable tener un árbol en pie», sostiene.

Esta también es una mejor estrategia para enfrentar las actividades ilegales que provocan la deforestación y la tala de bosques primarios, como la minería ilegal, el tráfico de tierras para la agricultura migratoria asociado al sembrío de coca, que se han intensificado en los últimos años en esta región. Según los informes sobre deforestación del Ministerio del Ambiente (Minam), entre el 2017 y el 2021, se han deforestado más de 20 mil hectáreas cada año.

Zafra 2023

La castaña, Bertholletia excelsa es un árbol nativo de Sudamérica, único en la región de Madre de Dios. Este árbol puede superar hasta los 50 m de alto, y llegar a tener entre los 500 a 800 años, con una densidad suficiente para ser un árbol imponente y milenario entre los árboles que existen en nuestra Amazonía.

Arbol de castaña, de aproximadamente 500 años, puede producir al año hasta tres sacos de castaña.

La castaña o nuez amazónica es un producto orgánico y natural. Su recolección se desarrolla únicamente en la región Madre de Dios, en un área de más de dos millones de hectáreas, de las cuales 1.1 millones hectáreas se han otorgado en concesiones para aprovechamiento de productos no maderables a 1200 concesionarios.

Aproximadamente, 20 000 familias se benefician de esta actividad de manera directa e indirecta, que son el 67% de sus ingresos y representan el 20% de la población económicamente activa, siendo así uno de los productos más importantes de las exportaciones en la región Madre de Dios.

La zafra 2023, época de la cosecha del producto castaña, empieza esta vez con un mes y medio de retraso, debido a las manifestaciones y toma de la vía interoceánica por 36 días por la crisis política que vivió el país. Los meses de enero, febrero y marzo son tradicionalmente los meses de la recolección de la castaña. Este año el precio de la barrica de castaña (saco de 80 kg) está en S/ 180 y S/ 190; sin embargo, “este precio no cubre los gastos de extracción de la castaña” dice Brian, quien tiene una concesión de 683 hectáreas.

Key C. G. tiene una concesión de 683 hectáreas.

Los castañeros esperan que el precio mejore en los próximos meses para comercializar sus productos. El precio de la castaña está sujeto a los mercados internacionales, la guerra en Ucrania y Rusia, y la crisis política en el país, han afectado la economía de los castañeros.

Juan Carlos Grifa Dea, presidente de la Feprocamd.

Este medio visitó las concesiones de castaña para conocer cómo es el proceso de recolección de esta nuez amazónica. En esta actividad, las mujeres son titulares del 34% de las concesiones de castaña y participan en el trabajo de la recolección, chancado y pelado de la castaña. La titularidad de las concesiones se mantiene desde los abuelos, y pasa a los padres, los hijos y a los nietos, para conservar los bosques para las futuras generaciones.

“Somos castañeros desde que tenemos uso de razón y nuestros padres nos educaron y formaron con el trabajo de la castaña” dice Juan Carlos Grifa, que tiene una concesión de 1 042 hectáreas. Su abuelo era un shiringuero que dejó su concesión a su padre y este a su hijo. Marita también es parte de la tercera generación de castañeros, sus abuelos tenían esta concesión que la dejaron a sus padres, y sus padres la dejaron a ella, y ella piensa dejar la concesión a sus hijos, para que sigan conservando y manteniendo los castañales.

Marita tiene un área de 1340 hectáreas y está en el sector de Pampa Hermosa, kilómetro 49 de la vía Interoceánica del distrito de las Piedras, en la provincia de Tambopata. Aquí la encontramos pelando su castaña. En el lugar tiene un almacén donde guarda y hace secar la castaña, para luego de un proceso de remojo en agua, pelarla en un banco con el apoyo de una máquina manual llamada “peladora”.

Proceso de pelado  de la castaña.

El producto de primera se prepara para la exportación y del de segunda se obtienen dulces, galletas, harina y aceites de castaña. Marita se pone un casco, carga una canasta en sus espaldas y un recogedor en la mano, nos enseña cómo se recogen y chancan los cocos, y cómo se traslada en barricas la castaña a los almacenes. En esta actividad se ocupan mujeres y hombres, alternando sus roles.

El proyecto REDD+ y los créditos de carbono.

Los castañeros tienen contratos de concesión por 40 años, en los que se señala son los titulares de los derechos a los servicios ecosistémicos, es decir, a los bienes y servicios que el bosque puede brindarles, como a la extracción de la castaña, el aprovechamiento de los árboles maderables y la captura de carbono. A través del mecanismo REDD[1], las actividades de conservación que evitan las emisiones generadas por el cambio de uso de suelo, son cuantificadas y -posteriormente- certificadas como “créditos de carbono”, los que son comercializados en los mercados internacionales.

Ángel Kevin Moreno Reyna, técnico del proyecto RED+, área de control monitoreo y vigilancia.

El proyecto REDD+ Castañeros inició en 2009, asociando a los castañeros de Madre de Dios y dándoles soporte para mantener y conservar sus bosques, pudiendo generar créditos de carbono como resultado de la protección de sus áreas.

¿Qué actividades de conservación desarrolla el proyecto? Por ejemplo, la implementación de un sistema de monitoreo control y vigilancia para supervisar y frenar las amenazas de deforestación y degradación (como invasiones para tala ilegal y agricultura); el soporte permanente a los concesionarios para el adecuado manejo de sus concesiones; las capacitaciones a la comunidad en manejo sostenible de los recursos forestales; el desarrollo de pilotos productivos sostenibles para el beneficio de los castañeros; la implementación de un programa científico para el monitoreo de la biodiversidad en el área, entre otras.

[1] reducciones de emisiones que provienen de la deforestación y degradación de los bosques