El distrito de Machupicchu, que alberga a una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno: la ciudadela de Machu Picchu, considerada como nuestro patrimonio nacional y universal, viene articulando los esfuerzos del sector púbico y del privado con la finalidad de asegurar la protección ambiental de dicha jurisdicción cusqueña.
“La apuesta que tiene esta ciudad de valorizar los residuos orgánicos e inorgánicos se encuentra enmarcada en el objetivo nacional de fortalecer una economía circular, con el apoyo de su autoridad local”, manifestó la viceministra de Gestión Ambiental del Ministerio del Ambiente (Minam), Líes Linares.
En el evento virtual “Machupicchu hacia la sostenibilidad”, Linares indicó que esta labor también requiere la participación activa de la ciudadanía. “El rol de la municipalidad es importante, pero también la segregación -de residuos- desde los hogares, sobre todo con una nueva normativa que incide en la obligatoriedad del reciclaje en beneficio de nuestro medio ambiente”, acotó.
Por su parte, el alcalde distrital de Machupicchu, Darwin Baca, afirmó que actualmente su distrito, en coordinación con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y la cadena de hoteles Inkaterra, han instalado un millón de árboles como parte del gran objetivo de reforestación hacia el próximo año: “10 millones de árboles urbanos al 2021”.
Asimismo, el burgomaestre mencionó que el programa de Educación, Cultura y Ciudadanía Ambiental (Educca), impulsado por el Minam, viene trabajando estrechamente con las instituciones educativas, consiguiendo valiosas experiencias relativas al cuidado del ambiente en la ciudadanía. “A través de la iniciativa ‘Adopta un árbol’, estamos enseñando a los niños la importancia de proteger nuestras áreas verdes”, manifestó.
Machupicchu: Ciudad Sostenible
En abril del 2019, el distrito de Machupicchu se convirtió en la primera ciudad 100% sostenible del Perú y América Latina”, gracias al eficiente manejo de la mayor parte de sus residuos orgánicos e inorgánicos a través de una planta de tratamiento que tiene la capacidad de procesar cuatro toneladas de residuos y de generar carbón vegetal (biocarbón). Este proyecto fue realizado por el Grupo AJE en alianza con la cadena de hoteles Inkaterra y la Municipalidad Distrital de Machu Picchu.