El 15 de enero de 2022 se produjo uno de los desastres ecológicos más graves ocurridos en el Perú. La empresa Repsol derramó 11 900 barriles de petróleo en el mar, lo que contaminó 46 playas en cinco distritos de Lima: Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Chancay y Aucallama; y dos áreas naturales protegidas: la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras y la Zona Reservada Ancón. Además, afectó los medios de vida de más de 10 mil familias, entre ellos pescadores, comerciantes, cocineros, ambulantes, entre otros. Hasta el día de hoy no pueden superar la situación.
Considerando que olvidar este ecocidio condenaría al país a que se repita, las organizaciones Sustainable Ocean Alliance Perú (SOA) y Oceana Perú con colaboración del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) presentarán la exposición fotográfica «De azul a negro: el mayor ecocidio ocurrido en el mar peruano», que tiene como objetivo convertirse en un espacio de reflexión y sobre todo debate, para seguir poniendo sobre la mesa las exigencias hacia la empresa y el Gobierno actual.
“La nueva administración del Gobierno tiene una pequeña ventana de oportunidad para hacer las cosas distintas. Deben elaborar un plan de reactivación para reducir las pérdidas de las personas económicamente dependientes de la temporada de playa en la zona afectada. Además, debe brindar informes con información actualizada a través del IMARPE y OEFA para que se defina cuáles playas pueden abrirse y dónde se puede pescar con seguridad. El Congreso debe iniciar el camino hacia un nuevo marco regulatorio que proteja nuestra riqueza natural. Por otro lado, el Osinergmin debe presionar a Repsol para que inicie sus planes de remediación y se pueda recuperar la mayor parte del ecosistema dañado”, sostiene Daniel Olivares, vicepresidente de Oceana Perú.
“A un año del derrame, se tienen más dudas que certezas acerca del estado de nuestro mar. La información recolectada por las instituciones responsables no es suficiente para calmar a las comunidades afectadas. En los últimos días hemos visto cómo aparecen investigaciones privadas que no reflejan lo presentado por las autoridades ni tampoco concuerdan con los testimonios de los pobladores y organizaciones de la sociedad civil que pueden ver de primera mano que muchas zonas siguen contaminadas. Necesitamos que se realicen, de manera transparente, las investigaciones necesarias para conocer el verdadero estado de nuestro mar y así difundirlo con la visibilidad que merece», agrega.
«La vida de miles de personas no es ni será la misma después del derrame; dinámicas familiares completamente distintas, salud mental afectada y asociaciones completamente rotas son algunas de las muchas consecuencias que nos deja este desastre y por eso mismo no puede ni debe ser tomado a la ligera. La exposición es una gran oportunidad para dar visibilidad a este desastre, que para muchos ya se encuentra olvidado o creen que el mar se recuperó solo. Además servirá para recordarnos que el mar peruano contribuye en nuestra vida cotidianamente y que no podemos permitir que suceda otro desastre así, para recién buscar su conservación y cuidado», expresó Stefanie Torres, presidenta de SOA PERÚ.
“De Azul a Negro” se inaugurará el martes 17 de enero del 2023 a las 6:00 p.m. en el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM), ubicado en Bajada San Martín 151, Miraflores. Constará de 27 imágenes que fueron donadas por los fotógrafos Camila Brizuela Cisneros, Mario Colán, Florence Goupil, Renato Pajuelo, Diego Pérez y José Antonio Vidal, y tendrán la curaduría de Luisa Fernanda Lindo. Los interesados en asistir a la inauguración deben llenar un formulario haciendo clic aquí, ya que los cupos son limitados.
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