‘Lucio’, ex alumno de la San Cristóbal de Huamanga, es nuevo cabecilla del Vraem

Un exestudiante de Sociología de la Universidad San Cristóbal de Huamanga (UNSCH), identificado como Franklin Grover Tello Ichaccaya, de 30 años, y conocido por el alias de ‘Lucio’, se ha convertido en uno de los principales mandos políticos y militares de la facción renegada de Sendero Luminoso en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), conoció El Comercio en expedientes judiciales de la Sala Penal Nacional.

Este subversivo nació en Huamanga en 1982, hijo de padres originarios de Chungui (La Mar), e ingresó a la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSCH entre 2001 y 2002, pero solo estudió tres años. Este Diario supo que Franklin Tello dejó sus  estudios en 2005 y se integró al grupo armado de Víctor Quispe Palomino ‘José’ tras ser llevado por su padre a la cuenca cocalera del río Ene. Meses después pasó a la clandestinidad bajo el apelativo de ‘Lucio’, en honor al nombre de su progenitor.

Sin embargo, Franklin Tello no se incorporó solo, también lo hicieron dos de sus hermanos, conocidos como ‘Melania’ y ‘Víctor’ (no identificados hasta el momento). Según los documentos, la madre de ‘Lucio’, Melania Ichaccaya, fue asesinada en 1988, mientras vivía en el valle del Ene, aunque se desconoce si murió durante la incursión de una patrulla del Ejército o a manos de los senderistas que en aquellos años dirigía Óscar Ramírez Durand ‘Feliciano’.

La información de inteligencia indica que su padre Lucio Tello fue quien presentó a sus tres hijos ante el mismo ‘José’ y los puso a su disposición. Uno de ellos, el conocido como ‘Víctor’, murió en el anonimato tras ser abatido durante un enfrentamiento con las fuerzas del orden en Rondayacu (Jauja), en octubre de 2010. Entonces, su hermana ‘Melania’ se encargaba del cuidado, la educación básica y el adoctrinamiento de los niños que vivían en el campamento del grupo terrorista en el valle del Ene.

El perfil universitario de ‘Lucio’ –dentro de una organización integrada por excampesinos de la sierra ayacuchana, colonos del río Apurímac y asháninkas de Satipo, todos sin estudios superiores– hizo que este ascendiera en el grupo subversivo. Desde 2012, luego que la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) abatiera al cabecilla ‘William’, el ex estudiante de Ciencias Sociales y experto en manejo de armas se convirtió en el número 4 de la cúpula subversiva, detrás de ‘Raúl’, ‘Alipio’ y ‘José’.

‘Lucio’, ex estudiante de la UNSCH, como ‘José’ y su hermano ‘Raúl’ (Jorge Quispe Palomino), empezó dictando clases de ideología a las ‘masas’ (como ellos llaman a los campesinos que colaboran con el narcoterrorismo) y encargado de elaborar propaganda en volantes. En 2010, ya se movilizaba por las montañas de Santo Domingo de Acobamba (Huancayo) como mando militar de una de las cinco agrupaciones de la facción renegada de Sendero Luminoso.

Tiempo después fue incluido como mando político del grupo de ‘Alipio’, número dos de la facción subversiva, y participó en el atentado contra una patrulla de la policía en Tayacaja que dejó cuatro agentes y dos civiles muertos en 2007. ‘Lucio’ también habría participado en otras dos emboscadas en 2008. Una contra un convoy antidrogas en la carretera entre Quinua y Tambo, en donde murió una suboficial; y otra contra un auto de la Policía de Carreteras en Luricocha (Huanta), en donde fallecieron tres policías.

Precisamente, en estos años habría sido tomada la foto de Franklin Tello, que aparece en este reportaje. En otras imágenes, menos claras, se lo ve sonriente junto a un buey, niños vestidos de azul y mujeres que serían parte de la llamada ‘masa’. Hoy, como número 4 de la organización, viene tomando decisiones sobre los atentados que se perpetrarán en el Vraem como respuesta a los  duros golpes que han sufrido de parte de la Policía Antiterrorista desde el año pasado.

EN LA MIRA DE LA DIRCOTE
Al reemplazar a ‘William’ como mando militar, Franklin Tello tendría el mismo nivel que Marco Quispe Palomino ‘Gabriel’, el tercer hermano del clan ayacuchano que se hizo conocido por el secuestro de obreros del proyecto de Camisea en Cusco en 2012, que derivó en una operación que acabó con el derribo de un helicóptero y le costó la vida a tres efectivos.

Por tal motivo, la Policía Antiterrorista lo ha puesto en la mira. En enero último, ‘Lucio’ y sus combatientes fueron cercados por patrullas de la Dircote y las Fuerzas Armadas, pero logró escapar, luego de un enfrentamiento en la región de Boca Parhua, Llochegua, cerca del río Mantaro. Aquella vez evadió la operación militar, pero al fugar fue herido y dejó cuadernos y documentación proselitista que permitió reconstruir su derrotero en la organización.

Uno de los cuadernos incautados recoge las críticas lanzadas por los cabecillas del Vraem en contra de Franklin Tello. “‘Lucio’ es benigno frente a las acciones militares, subestima al enemigo, se conduele con los espías, traiciona la política del Partido y no es táctico”, dice el cuestionamiento. También se transcribe, aunque brevemente, la respuesta del ex estudiante: “Estoy por la revolución, estoy por corregirme”. Las fuerzas de seguridad antiterrorista vienen operando para evitar que esto ocurra.

OTROS CINCO ALUMNOS DE LA UNSCH FUERON INVESTIGADOS
El cabecilla de la facción subversiva Franklin Tello Ichaccaya ‘Lucio’ fue alumno de la Universidad San Cristóbal de Huamanga (UNSCH) casi en los mismos años en los que estudiaron otras cinco personas que fueron involucradas por terrorismo en el 2010.

Ese año la Dircote investigó a cinco estudiantes de la UNSCH: Michel Ochoa Rendón y Álex Prado Gómez (alumnos de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales), Hugo Minaya Romero (de la especialidad de Ingeniería Agrícola), Isaías Oré Fernández (dirigente universitario y secretario de prensa del Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho) y Guzmán Flores Pure (coordinador de la residencia estudiantil de la UNSCH).

La Policía Antiterrorista probó que algunos de los universitarios viajaron a un campamento terrorista en la selva de Ayacucho. Allí se reunieron con los cabecillas de la organización subversiva. En esa visita los estudiantes se tomaron diferentes fotos mientras sonreían y posaban con armas de corto y largo alcance, las mismas que habían sido proporcionadas por los terroristas del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).

Las fotos fueron obtenidas por las fuerzas del orden en el 2010 y desde entonces comenzó la investigación contra los cinco exalumnos. La Dircote no descarta que ‘Lucio’ mantuviera vínculos con los acusados. Ellos formaban, según la investigación policial, parte de una célula de apoyo terrorista que operaba de forma clandestina en la ciudad de Huamanga.

Este grupo fue desbaratado por la policía hace casi tres años y desde entonces la facción subversiva no ha logrado reemplazar a su importante red de apoyo universitario en la capital ayacuchana. (Oscar Castilla C.)

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