El Peruano. El comienzo de una nueva etapa en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas ha anunciado ayer el titular del Consejo de Ministros, Salomón Lerner Ghitis, en concordancia con los lineamientos señalados por el presidente de la República, Ollanta Humala Tasso.
Esta nueva estrategia, como lo ha subrayado el jefe del Gabinete, implica medidas drásticas y contundentes con objetivos claros como la reducción de las plantaciones de coca en los valles productores, el desarrollo integral de las zonas y rutas donde ahora se produce y comercializa la droga, ampliación y mayor apoyo a los programas de cultivos alternativos, corte del abastecimiento de insumos químicos, entre otros aspectos.
En el plano internacional, el Gobierno peruano también ha decidido replantear las estrategias concertadas con los otros países productores de la región, aquellos que sirven de tránsito en la comercialización ilegal de cocaína y, por último, con los países desarrollados que son los grandes consumidores.
De acuerdo con las líneas de acción anunciadas por el presidente Humala en su primer mensaje a la Nación, nuestro país también ha decidido fortalecer el principio de la responsabilidad compartida con los países consumidores y afinar las acciones de coordinación fronteriza con los países vecinos en una concepción de una lucha soberana y, a la vez, concertada con la comunidad internacional.
En este panorama, ya se está trabajando intensamente para concretar la Cumbre Regional Antidrogas propuesta por el Jefe del Estado con la participación activa y directa de sus homólogos de los países productores, principalmente Colombia, Bolivia, Brasil y Ecuador.
Recordemos que, en su mensaje del 28 de julio, el presidente Humala fue terminante y enérgico al anunciar: «No seremos indiferentes frente al incremento alarmante de drogas entre los adolescentes y jóvenes…no legalizaremos ninguna droga ni tampoco los cultivos ilícitos, por el contrario los vamos a combatir. Nuestra política antidrogas será soberana y reclamará que se haga realidad la responsabilidad compartida con los países consumidores».
Bajo esta perspectiva, que busca una mayor contundencia de la lucha contra las organizaciones del narcotráfico, merecen visión y trato específico las acciones a desarrollarse en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), donde el frente militar tiene tanta importancia como el social, con la finalidad de aislar a las remanentes narcoterroristas hasta exterminarlos por completo.
En lo militar las tácticas deben estar orientadas a bloquear todas las vías de abastecimiento de insumos químicos, armamento y víveres, estrechando el cerco de los focos de acción delincuencial.
En el aspecto social, urge mejorar la calidad de vida de la población campesina, básicamente agricultora, con programas de cultivos alternativas e infraestructura (carreteras, centros de salud, colegios, saneamiento). «Hoy estamos ante un nuevo concepto, una nueva lucha, y ésta tiene que ser exitosa», manifestó ayer el jefe del Gabinete al presentar al especialista Ricardo Soberón como nuevo titular de Devida.
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