Luis Torricelli, presidente del Consejo Superior de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, CONSUCODE, mostró su extrañeza por la decisión del gobierno de encargarle la supervisión de las compras estatales al BID y al PNUD y aclaró que su institución no es responsable de las compras estatales pues su labor consiste en revisar las bases y los recursos de apelación.
Por ello, puntualizó que son los ministerios y entidades públicas quienes se encargan de verificar las especificaciones técnicas y valores referenciales de las licitaciones y los responsabilizó por no saber elegir bien a los encargados de realizar esas labores.
Torricelli explicó que las empresas Gildemeister, Anjo-Tec y Manasa, no tienen ninguna sanción ni proceso en Consucode para que dejen de ser proveedores del Estado y afirmó que fueron los organismos públicos los que no supieron verificar la probidad y la capacidad de los funcionarios, que debieron realizar un estudio de mercado para adquirir, por ejemplo los cuestionados patrulleros policiales y las ambulancias para el sector Salud.