Los manglares son ecosistemas altamente productivos que se ubican en las zonas tropicales y subtropicales del planeta, específicamente en la zona de confluencia de las aguas dulces de los ríos y las aguas saladas del mar. En Perú se localiza el último relicto de bosque manglar de Sudamérica, ocupando dos sectores bien definidos y ubicados en los departamentos de Tumbes y Piura, y que son bastante conocidos porque ambos sectores cuentan con zonas protegidas: el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes y los Manglares de Vice, respectivamente.
Este ecosistema, además de su belleza escénica, su valor ecológico y su uso turístico, reviste una especial importancia por su rol en la gestión de riesgo de desastres, ya que minimizan el impacto de eventos potencialmente desastrosos como tsunamis, inundaciones y lluvias intensas, protegiendo las costas de pérdida de cobertura vegetal como barreras naturales. Investigaciones recientes han encontrado que el bosque manglar es uno de los biomas más ricos en carbono en el planeta, y por ellos son altamente eficientes como sumideros de carbono.
A pesar de su importancia, el ecosistema manglar se encuentra amenazado, principalmente por actividades económicas no controladas, expansión urbana no planificada, y la sobreexplotación de sus recursos, a los cuales se suman la amenaza de las potenciales consecuencias del cambio climático, que implica cambios sin precedentes en la atmósfera y el océano del planeta, incluyendo la elevación del nivel del mar y cambios en los patrones de precipitación, entre otros factores.
Por ello, este ecosistema viene siendo estudiado por el Instituto Geofísico del Perú, con el fin de generar información que permita ayudar a evitar su pérdida, donde la acción conjunta de autoridades, entes técnicos, usuarios de sus servicios y público en general, es clave para asegurar su existencia. En ese camino seguimos haciendo “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.