Solo faltaba ese pequeño empujón para que la tristeza diera paso a la esperanza. Gracias al proyecto Promoviendo el Manejo Sostenible de la Tierra (MST) del Ministerio del Ambiente, 270 campesinos de Apurímac son ahora flamantes promotores agrícolas en 12 distritos del departamento.
Bertha Vargas es una de ellas. En Huarcoy, Cotabambas, pasó de cultivar papa, quinua y alverja para el autoconsumo a plantar diferentes productos de forma asociada y rotativa.
“Mi esposo Fidel y yo aprendimos que la papa suaviza la tierra y la prepara para sembrar acelga y zanahoria y que el agua de tarwi y de rocoto ayudan a matar plagas”, refiere. Hoy preside la Federación Distrital de Mujeres y enseña a decenas de familias los secretos de la cosecha.
En Miska, Celedonia Huamaní imparte cátedra de selección de fenotipos de maíz, fabricando deliciosa canchita para la mesa de los limeños. Por si fuera poco, teje en sus ratos libres. La fórmula es sencilla: a mejores pastos, mejor fibra; por tanto, mejor ganado, mejor alimentación y mejor lana para exportación.
El proyecto llegará pronto a Moquegua y Piura y beneficiará a unas 2,500 familias.
Los primeros resultados –fotos incluidas– figuran en el libro Ecohéroes, la ruta verde de los peruanos del mañana, próximo a editarse. Auspician el Fondo Mundial para el Medio Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Vale. (OBN).