LORETO. Ayer, la Junta Directiva de la Federación de Comunidades Ticuna y Yagua del Bajo Amazonas (Fecotyba), la cual representa a 23 comunidades indígenas, denunció mediante un pronunciamiento que, durante los últimos seis meses, sus dirigentes y miembros vienen siendo difamados por parte de autoridades de la Comunidad Cushillo cocha, con la asesoría de Jacson Fasabi Sanchez, subcoordinador de una supuesta organización indígena llamada “Organización Nacional de la Justicia Especial de los Pueblos Indígenas Nativos y Campesinos (Onajepinc)- Caballococha”.
Según Fecotyba, la asociación indígena acusada viene promoviendo un rechazo hacia los Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento y Contacto Inicial (Piaci) de Loreto, y sería liderada por un grupo de empresarios investigados por diversos delitos. Se trata de la Coordinadora por el Desarrollo de Loreto (CDL), a cargo de Christian Pinasco, quien fue condenado por corrupción luego de favorecer a un consorcio, mientras era funcionario municipal del distrito de Monsefú, en Lambayeque.
A propósito de ello, el presidente de la Fecotyba, Francisco Hernández, manifestó a Inforegión su posición en contra sobre el Proyecto de Ley, impulsado por el congresista fujimorista Jorge Alberto Morante Figari que pretende modificar la norma a favor de la protección de los (Piaci), para así promover proyectos de inversión en sus territorios. “Ojalá que reflexione el congresista Morante y derogue esa iniciativa para que los pueblos indígenas sigan viviendo y existiendo en la Amazonía”, comentó.
En esa línea, Hernández expresó su indignación sobre el accionar de la Onajepinc, señalando que está generando divisiones entre las comunidades ticuna y yagua. “Desde hace varios meses, hay una mala influencia y no sabemos cuál es la finalidad de ella. Hacen pelea entre las comunidades, cuando nunca hemos tenido problemas entre nosotros”.
Otras amenazas
La Fecotyba, organización indígena base de la Organización de Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio) y la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), también informó que tras denunciar el creciente avance de actividades ilícitas, como el narcotráfico, en sus territorios ancestrales ahora son víctimas de agresiones verbales por parte de esta agrupación.
“Nosotros estamos luchando por conservar los poquitos bosques que aún nos quedan, porque, desde 2005 para adelante, personas foráneas, sin tener pena ni nada, empezaron a deforestar. Nuestras quebradas y ríos están completamente contaminados, están llenos de pozos de maceración [de hoja de coca]”, alertó el presidente de Fecotyba.
“En la asamblea que realizamos una vez al año invitamos a las instituciones públicas para que hagan entender a las comunidades [nativas] diferentes temas, como que tenemos que proteger nuestros ríos y quebradas, porque de ahí comemos. Algunos se hacen los sordos y es preocupante”, agregó.
Finalmente, la Fecotyba ratificó su compromiso de mantenerse vigilante ante los intentos de empresarios y autoridades interesadas en atentar contra sus tierras para fines extractivos.