Si un colegio está haciendo hoy lo mismo que hace cinco años, podemos afirmar que está desactualizado, porque en educación –al igual que en todas las otras actividades– lo que no avanza, retrocede. Siendo el Perú un país bastante desfasado en su educación con respecto a los grandes avances que se producen en el mundo, resulta estimulante conocer lo que se hace en diversos países, entender el sentido de lo que hacen, y luego traer al Perú lo mejor de la educación mundial para adecuarlo a las necesidades y realidades peruanas. Eso explica el creciente éxito de propuestas innovadoras como las que he visto de cerca en el Colegio Talentos de Trujillo, la red de diecinueve colegios Innova School, los cinco nidos La Casa Amarilla, etc.
En mi vida he podido conocer toda América Latina, Israel y buena parte de Europa Occidental, y hace dos semanas estuve una vez más en Estados Unidos, esta vez en California, visitando centros de educación inicial y colegios muy reconocidos. Una vez más he constatado la cantidad de ideas y propuestas innovadoras que pueden recogerse de estas visitas para hacer viable una educación que esté un paso adelante de aquella que ya cumplió su ciclo en el siglo pasado.
Siento que es un buen momento para involucrarme en la creación de un colegio que ofrezca a los interesados la opción de una manera diferente de hacer la educación, en la que el disfrute y la educación no estén divorciados, que motive y estimule la curiosidad de los niños en lugar de asfixiarlos con exámenes, tareas, medicamentos y terapias, que les permita trabajar en proyectos colaborativos interdisciplinarios en lugar de seguir syllabus de disciplinas segmentadoras del conocimiento que dejan indefensos a los alumnos frente a la vida real.
Junto con las talentosas, creativas y experimentadas Fiorella de Ferrari y Marisol Bellatin hemos emprendido la creación del Colegio Áleph (Active Learning Philosophy) para iniciar labores el año escolar 2014, noticia que comparto con mis lectores porque también aquello que ilumina mi entusiasmo debe ser parte de mis escritos, en un ambiente educativo que llora por la falta de innovación.