A partir de ciertas afirmaciones de los voceros de la anterior gestión del Ministerio de Educación para defender la CPM que han sido dados por ciertos y exactos sin verificación alguna, diversas personalidades políticas y periodísticas han usado algunas medias verdades para aludir al respaldo que habría dado el Consejo Nacional de Educación a la Carrera Pública Magisterial aprobada en el 2007 bajo el régimen del gobierno de Alan García. Vale la pena revisar el tema para ajustarse a la verdad.
El Proyecto Educativo Nacional planteó entre sus objetivos estratégicos implementar una nueva Carrera Pública Magisterial, antes de que el gobierno aprista haya formulado su versión de CPM. De este modo el CNE definió un concepto, y no la fórmula usada por el gobierno de Alan García.
Muchos consejeros se sorprendieron al ver la fórmula promulgada y lo expresaron en diversas oportunidades, porque nunca imaginaron que sería una carrera para incorporar a unos pocos y dejar fuera a la mayoría. El mismo CNE como colectivo en el “Balance y Recomendaciones 2001” en la pag. 49 ítem 10 dice lo siguiente: “El CNE recomienda al Ministerio de Educación que realice acciones tendientes a mejorar la Carrera Pública Magisterial aprovechando los aciertos y errores identificados en la implementación de la Ley Nº 29062, de modo que en un plazo razonable, se logre la integración de todo el Profesorado Público en un solo escalafón magisterial dando los pasos necesarios para convocar los concursos que lo posibiliten; se derogue la Ley Nº 29762, por carecer de sustento técnico y estudio financiero; se modifique el D.S. Nº 079 – 2009 – EF incrementando la jornada laboral de los profesores del nivel de Educación Inicial; se mejore las actuales bajas remuneraciones de los profesores pertenecientes a la Ley del Profesorado, sin sacrificar la calidad del servicio educativo público y la actualización profesional del docente; se desarrolle el sistema de evaluación del desempeño docente; y se atienda la capacitación de los comités de evaluación de las instituciones educativas y los procesos de inserción de los profesores del primer nivel de la carrera”. Es decir, este texto plantea fuertes demandas al Ministerio de Educación para que corrija la aún insatisfactoria CPM y sus estrategias de implementación.
Pocos meses después, el 19 de enero del 2012 se publica el “Pronunciamiento del Consejo Nacional de Educación sobre la Carrera Pública Magisterial” en la que dice: “c) En diversas oportunidades el CNE ha expresado su preocupación por los vacíos y debilidades en la implementación de la Carrera Pública Magisterial, por lo cual viene recomendando aplicar los correctivos necesarios a sus procesos de gestión, a fin de mejorarlos y hacerlos más transparentes”; “g) Consideramos importante lograr, en un plazo razonable, la integración de todo el profesorado público en un solo escalafón magisterial. Ello significa dar los pasos necesarios para convocar los concursos que lo posibiliten”.
Pregunto: una lectura objetiva y desapasionada de lo dicho ¿permite deducir que el CNE estaba de acuerdo con la CPM que creó y llevaba a cabo el gobierno de García? O acaso la nueva Ley de Reforma Magisterial aparece como una respuesta más cercana a lo que el CNE ha estado sugiriendo?
Da pena constatar la manera tan superficial y a la vez manipuladora como diversos congresistas, voceros del gobierno anterior y otros interesados en el tema han ido asumiendo como verdad absoluta que no requiere verificación una supuesta identificación del Consejo Nacional de Educación con la fórmula usada por el gobierno anterior para establecer e implementar la Carrera Pública Magisterial. Todo parece evidenciar que más bien la Ley de Reforma Magisterial es la que mejor recoge el espíritu de las recomendaciones del CNE.
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