Nuevamente el distrito cusqueño de Pichari, en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), sufrió los embates de la naturaleza. La torrencial lluvia que se presentó desde tempranas horas de la madrugada ocasionó que los riachuelos se convirtieran en ríos arrasando numerosas viviendas y dejando a las familias en el total desamparo.
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