LIMA. El día de hoy, con motivo del pedido de cuestión de confianza, el primer ministro Guido Bellido inició su discurso ante el pleno en su idioma materno: el quechua. Debido a ello, el Congreso le solicitó la traducción de sus palabras en castellano, como se había acordado. La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, afirmó que por representación nacional, tenía que traducir su discurso al español, ya que ella tampoco entendía las palabras emitidas por el premier, originario de Livitaca, uno de los ocho distritos que conforman la provincia de Chumbivilcas, región Cusco.
“Wayqekuna panaykuna. Constitución 48nin: Quechuasimipi, castellanosimipi noqanchis rimasqwanmi”: “Hermanos, hermanas, el artículo 48 de la Constitución [peruana] dice que nosotros hablamos el quechua, [o también con] el castellano”, señaló Bellido levantaba la Carta Magna.
El Perú es uno de los países latinoamericanos con mayor cantidad de lenguas. Esta maravillosa riqueza cultural y lingüística se expresa en las 48 lenguas originarias, de las cuales 44 son amazónicas y 4 andinas. Estas se encuentran agrupadas en 19 familias lingüísticas y constituyen medios de comunicación de 55 pueblos indígenas u originarios.
Además, según la actual Constitución Política del Perú, el Estado reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural de la nación. Es decir, que todo peruano tiene derecho a usar su propio idioma. Además, el Artículo 48 señala que los idiomas oficiales son el quechua y el aymara, además del castellano. Según comentó el analista político y columnista de los diarios El País y El Comercio, Gonzalo Banda, “el premier tenía todo el derecho de hablar en quechua. La constitución lo avala. Todas las personas tienen derecho a expresarse en el idioma que hablen.”
Alrededor de 3.8 millones de peruanos son quechuahablantes en nuestro país. Solo en la capital limeña, más de 700 mil ciudadanos lo reconocen como lengua; sin embargo, la exclusión ha traspasado cualquier cifra contable. El 26% de las personas que se identifican como indígenas no cuentan con acceso a agua dentro de su vivienda y el 40% no cuenta con acceso a desagüe. Además, el 13% de la población quechuahablante decide no transmitir el idioma a sus descendientes por el temor al rechazo o la burla.
Aunque los quechuahablanetes representan el 16% de la población total del Perú, la discriminación linguística continúa existiendo, incluso cuando muchos señalen lo contrario. La diversidad no debería ser solo un adorno. Sin un verdadero cambio de perspectiva y respecto a los idiomas oficiales del Perú, la discriminación seguirá siendo el lenguaje oficial.