Lima: Unen esfuerzos en la conservación de lomas en Pachacámac

LIMA. Con el fin de implementar acciones para garantizar la gestión sostenible de las lomas de Lúcumo, Pachacámac, Retamal y Manchay, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) brindará asesoría técnica a la Municipalidad Distrital de Pachacámac.

Por primera vez, en el país, una municipalidad con el apoyo del Serfor, elaborará un Plan de Gestión local de los recursos forestales y de fauna silvestre de las mencionadas lomas costeras que se encuentran en el ámbito del distrito limeño de Pachacámac, declaradas ecosistemas frágiles en el año 2013.

Con la participación de ambas instituciones se formará un grupo de trabajo, cuyas actividades iniciales se concentrarán en actualizar las fichas técnicas de la flora y fauna silvestre existente en las lomas, y el estado de conservación de estos ecosistemas. También, se trabajará sobre el ordenamiento y promocionar el turismo sostenible que garantice un manejo adecuado de estos espacios verdes.

Adicionalmente, se evaluará la ocupación de las lomas en confrontación con los derechos reales dentro de los ecosistemas frágiles; y se realizará la evaluación de las actividades humanas en estos espacios que no son compatibles con su gestión sostenible.

El grupo de trabajo promocionará la investigación científica para construir estrategias de conservación, e identificar aliados estratégicos para su gestión y monitoreo de la gestión, a través de indicadores.

La gestión local del patrimonio forestal y de fauna silvestre en los ecosistemas frágiles permitirá obtener beneficios directos para la población aledaña a las lomas costeras, en base a la preservación de la integridad de estos espacios naturales, de tal forma que se garantice los servicios ecosistémicos en el tiempo.

Espacios valiosos

En estos espacios costeros, el Serfor ha reportado la presencia de diversas especies de flora silvestre categorizadas bajo algún grado de amenaza, como el amancaes (Ismene amancaes), la begonia (Begonia octopetala), la tara (Caesalpinia spinosa), el cactus flor roja (Cleistocactus acanthurus), el mito (Vasconcellea candicans), entre otras.

Asimismo, se ha registrado la presencia de mamíferos como el zorro costeño (Lycalopex sechurae), la vizcacha (Lagidium viscacia), el ratón costero (Phyllotis amicus); y de aves, como el huerequeque (Burhinus superciliaris), el huanchaco (Leistes militaris), aguilucho de pecho negro (Geranoaetus melanoleucus), chirigüe de Raimondi (Sicalis raimondii), saltapalito (Volatinia jacarina), cernícalo americano (Falco sparverius), lechuza terrestre (Athene cunicularia), tórtola orejuda (Zenaida auriculata), tortolita moteada (Metriopelia ceciliae), gorrión de collar rufo (Zonotrichia capensis), cucarachero común (Troglodytes aedon), colibrí de oasis (Rhodopis vesper), fringilo de cola bandeada (Porphyrospiza alaudina), entre otras.

Los ecosistemas frágiles son áreas de alto valor de conservación, en donde se registra la presencia de una gran variedad de especies de flora y fauna silvestre; y que albergan hábitats en buen estado de conservación, así como especies biológicas amenazadas y endémicas. A su vez, conforman las zonas de protección y conservación ecológica de la zonificación forestal.

Las autoridades regionales y municipales deben adoptar medidas de protección especial para estos ecosistemas. A la fecha, el Serfor ha declarado 170 ecosistemas frágiles en el país, informó dicha entidad a INFOREGIÓN.