Un sorpresivo paro de transportistas restringió hoy severamente el transporte público en la capital al punto que el gobierno se vio obligado a dar una tolerancia de dos horas para que los trabajadores lleguen a sus centros de labor.
El paro de 24 horas fue acatado por un sector de transportistas, fundamentalmente camionetas rurales y coasters y se llevó a cabo en protesta y rechazo a la decisión del Ministerio de Transportes y del Municipio de Lima, de castigar las infracciones de tránsito con papeletas y además con la retención de las licencias de conducir de los chóferes.
Los grandes perjudicados fueron los trabajadores y ciudadanos, sobre todo de los conos de la ciudad, que tuvieron en la mañana serios problemas para trasladarse a sus centros de labor por la ausencia de unidades de transporte.
Desde las primeras horas del día se observó, en diferentes puntos de la capital, grandes y nutridas colas en los paraderos y gente que pugnaba a subir en la movilidad que tuviera a su alcance.
Por ese motivo, se observó que tanto autos particulares como vehículos de carga transportaron pasajeros, pero con precios muy por encima de los normales.
Según Elmer Mercado, dirigente de los transportistas, la medida de fuerza fue acatada por 60 mil transportistas de los cuatro conos de la ciudad,
Horas más tarde los transportistas se movilizaron por las calles de la ciudad hasta llegar al Parlamento, en donde expusieron sus demandas y rechazaron las medidas contra el sector.
En el Ministerio de Transporte en tanto, el director General de Transportes del Ministerio de Transportes, Lino de La Barrera se mostró sorprendido por la medida de fuerza, debido a que el día anterior había sostenido reuniones con representantes de los diferentes gremios de transportistas e incluso se firmó un acta y aseguró que existe un grave problema de representatividad en el sector debido al incremento de gremios.
Se informó asimismo que en las primeras horas del día se registraron algunos disturbios en el Puente Chillón, en el cruce de la Encalada con Chancas en Santa Anita, en el Asentamiento Humano Enrique Milla, de Los Olivos, en la avenida Javier Prado con Frutales, en la avenida Montenegro en San Juan de Lurigancho y en la avenida Tupac Amaru en Comas.