CUSCO. Gabriela Loaiza Seri (29) vive en la comunidad nativa de Koribeni, en la provincia de La Convención, y tiene como objetivo principal impulsar la revaloración de los conocimientos ancestrales de su comunidad mediante los rubros de la bio-joyería y plantas medicinales a través de un proyecto que lidera. La iniciativa se denomina “Rescatando nuestras riquezas culturales”.
De madre machiguenga y padre cusqueño, vio desde muy pequeña cómo se iba perdiendo la transmisión de las costumbres de la comunidad. Incluso en el colegio habían profesores que solo hablaban castellano y quechua provocando “que a los niños y niñas les de vergüenza porque nos decían ‘tú eres nativo, del monte”, afirma Loaiza en entrevista para INFOREGIÓN.
A pesar de ello, ella siempre se mostró orgullosa e interesada en la cultura de su comunidad. Es por eso que a los 18 años participó en la asamblea de la comunidad y luego pudo estudiar agronomía tropical. Todo esto le sirvió para que en el 2020 pueda asumir el reto de ser jefa de la comunidad Koribeni.
Es así, que durante las visitas que se les hacía a las sabias -mujeres mayores con mucha riqueza cultural- se les propuso que brindaran sus conocimientos ancestrales a los niños y niñas para “revalorar y sentirnos orgullosos de nuestra cultura”, recuerda Loaiza.
Este nuevo pero pequeño proyecto motivó a Gabriela a participar y ser una de las 24 seleccionadas entre siete países de la Amazonía para formar parte de la primera generación de becarias del Programa de Lideresas de la Amazonía de Conservación Internacional.
Durante un año, Gabriela fortaleció sus capacidades y recibió clases de liderazgo, autoconfianza, gestión de proyectos, identidad cultural y conservación. Gracias a ello, fue posible transmitir saberes a los niños (entre 3 y 14 años) sobre “gastronomía, preparación del mazato, conocimientos de plantas medicinales, realización de pomadas, entre otras cosas”, nos cuenta Loaiza.
Actualmente, tiene una extensión de la beca donde ha podido seguir transmitiendo conocimientos e implementar instrumentos para mejorar la artesanía, intercambiar conocimientos con otras comunidades y que más niños hablen el idioma machiguenga.
“El espíritu de la beca no es financiar emprendimientos personales, sino tener un alcance comunitario teniendo presente la preservación del medio ambiente”, afirma al respecto el coordinador de Género y Salvaguardas de Conservación Internacional, Mirko Ruiz.
Loaiza apuesta por la niñez, ya que considera que son nuestro futuro y los encargados de preservar el ambiente de nuestro país. Así como ella, desde INFOREGIÓN se continuará descubriendo nuevos personajes valiosos que luchen por tener un lugar más sostenible y equitativo para todos y todas.