“Es un primer paso de apertura para el diálogo del Estado y los pueblos originarios. Se trabajó durante buen tiempo su reglamentación, solo falta reajustar el tema de interpretación, que muchas veces se presta a interpretaciones antojadizas que distorsionarían este gran avance” refirió el dirigente indígena, Lyndon Pishagua Chinchuya, coordinador regional de la Asociación Regional de Pueblo Indígenas de la Selva Central (ARPI-SC), al referirse a los dos primeros procesos de consulta previa desarrollados en el marco de la implementación de la Ley Nº 29763.
Como se recuerda, este año el Gobierno promulgó la ley Forestal y de Fauna Silvestre Ley Nº 29763 para enfrentar la tala indiscriminada de bosques amazónicos de la selva central producida en los últimos años. Un primer paso fue el reglamento que permitió realizar dos procesos de consulta previa lo que generó un intenso debate con los representantes de los pueblos indígenas. Se realizaron dos talleres en la región Junín, el primero en la provincia de Satipo y posteriormente en la provincia de Concepción (Valle del Mantaro). Luego de esa experiencia, los dirigentes valoran esos espacios de diálogo y participación.
Según Ruth Buendía Mestoquiari, presidenta de la central Asháninka de Río Ene y Premio Goldman 2014, “la selva es la casa común de todo, es un territorio íntegro (…) Nosotros estamos preocupados porque si no tenemos territorio, lo tenemos depredado o contaminado, estamos condenados a sufrir, es decir a la extinción de los pueblos asháninkas” aseguró la dirigente indígena.
“Durante esta última reunión de gobernantes de la COP21, encargamos a nuestros representantes de Aidesep, proponer la gobernanza compartida, entre el Estado y los pueblos originarios de manera transversal, este es un gran inicio que los abordaremos el 2016”, agregó Buendía.
Ambos dirigentes coincidieron que la ley Forestal y de Fauna Silvestre Ley Nº 29763, traerá buenos resultados para los pueblos originarios, dándoles oportunidades para explotar sus recursos forestales dándoles un valor agregado mediante el Impulso a una industria forestal diversificada, inclusiva y competitiva, al mismo tiempo impulsar el ecoturismo los que aún gozan de bosques intactos.
Ambos dirigentes se mostraron optimistas de que la ley busque garantizar la participación de los pueblos indígenas en la toma de decisiones del Estado, al mismo tiempo de consolidar la participación, la transparencia y el consenso del Estado con las organizaciones indígenas en la gestión de los recursos forestales y de fauna silvestre, teniendo experiencias éxitos con algunos proyectos que vienen implementándose en la selva central con comunidades nativas, como es el Programa Bosques y la articulación con otros proyectos como el Programa de Desarrollo Alternativo en Satipo, que trabaja con la Central Asháninka de Río Tambo, CARE, en la gestión de territorio y recursos naturales en comunidades nativas.