El capitán PNP Jorge Vilcapoma Hilario, comisario de Castillo Grande, es buscado por sus colegas para que afronte la denuncia que en su contra interpuso su esposa, a la vez fiscal adjunta de la Fiscalía de Familia G.V. Ella lo denunció por constantes agresiones físicas, la última ocurrida justamente minutos antes de asentarse la respectiva denuncia.
Agentes policiales fueron en búsqueda del oficial para proceder de acuerdo a sus competencias, sin embargo no pudieron ubicarlo, no asistió a su centro de labores en Castillo Grande, presumiblemente luego de enterarse que había sido denunciado y no ser intervenido en el plazo de la flagrancia del delito.
Según supo que Vilcapoma Hilario habría agredido constantemente a su cónyuge y que cada vez los actos violentos se tornaban más fuertes, por lo que la mujer decidió acudir a las autoridades para hacer valer sus derechos.
Los encargados policiales guardaron hermetismo sobre el caso que involucra al oficial en una nueva situación difícil, puesto que anteriormente el mismo se vio involucrado en un caso de presunto secuestro y arrebato de combustible y dinero a un comerciante cuando se desempeñaba como comisario de Cachicoto, en el valle del Monzón, hecho ocurrido en febrero del 2017.
En ese caso Vilcapoma Hilario fue internado en el penal de Potracancha, en Huánuco, junto a otros cuatro suboficiales luego que se dictara mandato de detención preliminar de nueve meses en contra de ellos.
Sin embargo, en un controvertido fallo, la Sala Mixta de Leoncio Prado dispuso su liberación a pesar que la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Huánuco declaraba infundada la apelación presentada por la defensa técnica de los involucrados. En octubre todos fueron liberados y volvieron a sus actividades policiales.