Latinoamérica solar…Ahora

Tras años de desarrollo sostenido, la industria de la energía solar vive momentos difíciles. Las principales compañías del sector han tenido magros resultados y el futuro no pareciera ser alentador.

La crisis financiera ha tenido fuertes efectos: ha dificultado el acceso a financiamiento –un efecto de la delicada situación económica y que ha tocado por igual a casi todos los sectores- y ha habido una fuerte caída de la demanda, principalmente, producto de la disminución de los subsidios que los países desarrollados destinaban para proyectos de energías renovables.

Sin embargo, no todo pareciera ser tan oscuro. La caída de los precios de las células solares, que convierten los rayos sol en electricidad, podría abaratar los altos costos que conllevan desarrollar proyectos de este tipo de energía. Esto beneficiará a regiones como América Latina y el Caribe, que hasta ahora han ejecutado pocas iniciativas de este tipo, porque han sido más bien relegadas a países más desarrollados.

Para los expertos en energía renovable del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el momento no podría ser mejor para que los gobiernos latinoamericanos promuevan el uso de energía renovable. Los precios de los equipos se han vuelto más accesibles y ahora que el petróleo está retomando su senda alcista, incluso son una alternativa competitiva. Es el escenario perfecto para impulsar este tipo de mercado.

Mientras el año pasado las principales firmas de energía solar con suerte alcanzaban a satisfacer la alta demanda, ahora el escenario es radicalmente opuesto y varias han debido reducir sus metas de ingresos y ganancias.

Antes las compañías de energía solar sólo estaban interesadas en el mercado de Europa y Estados Unidos, porque financieramente les traía mayores retribuciones. “América Latina no existía para ellos”, hay que recordar que muchas veces no les interesaba participar en eventos que se organizaban en la región, pero ahora es distinto. En los últimos años los gobiernos latinoamericanos han promovido el desarrollo de energía renovable. Lo que no sólo ha quedado en discursos, sino que se han establecido mecanismos legales que garanticen la disponibilidad de recursos hacia ese sector.

México, siendo un país petrolero, ha desarrollado una nueva regulación para el desarrollo de energía sostenible y existe un compromiso del Gobierno. En ese sentido, también es importante precisar que países como Chile, Perú y Brasil vienen ejecutando iniciativas importantes en el cambio de la matriz energética.
La crisis de la industria de energía solar podría hacer este tipo de fuentes energéticas más competitivas, sobre todo respecto a los combustibles fósiles. El petróleo cayó fuertemente a finales del año pasado, luego de que tras alcanzar cerca de los US$ 150 bajó hasta los USS 40. Pero, ya ha recuperado terreno y a la fecha se cotiza en torno a los US$ 105. Las tendencias al alza se mantienen para el 2012 y 2013.

Un estudio de Greenpeace, la Asociación de Electricidad Termo Solar Europea y el grupo SolarPACES del Organismo Internacional de Energía (OIE), arrojó que se espera que para el 2050 la energía solar podría representar una cuarta parte de la energía total requerida. Actualmente, menos de 1% de toda la electricidad consumida en el mundo es generada por energía solar.

Todo esto nos indica que las energías renovables van en aumento, considerando la competitividad y la importancia ambiental de éstas, más vale hacer inversiones ahora antes que se conviertan en una obligación y los costos vuelvan a ser altos. Considerando el escenario actual, ahora parece ser el momento ideal.

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