Latinoamérica sigue siendo la región más desigual del mundo, pues 10 de los 15 países con mayor distinción son latinoamericanos. Así lo reveló el Primer Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2010, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Este estudio demuestra importantes puntos sobre el tema de la desigualdad en la región y advierte que el Perú es el séptimo país en la zona con mayor índice de desigualdad.
El informe “Actuar sobre el futuro: romper la transmisión intergeneracional de la desigualdad” muestra que la desigualdad en América Latina no sólo es pronunciada sino persistente, pues las brechas han variado muy poco desde la década de 1970.
La salud, la educación y el acceso a los ingresos económicos son los principales factores de la desigualdad en el Perú, informa el estudio.
El presidente de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, Federico Arnillas, comentó el informe del PNUD y aseguró que su valor incide en su metodología que debe ser aplicada para los análisis futuros en el Perú.
No se siente el crecimiento económico
En ese sentido resaltó que pese al crecimiento económico en el país, dijo que el ingreso per cápita en las zonas rurales es de 52 nuevos soles mensuales (Dato del Instituto Nacional de Estadística e Informática), por lo que no se refleja tal aumento.
“Un Primer punto positivo es el reconocimiento oficial que no se está reduciendo la pobreza en zonas rurales (…) el desafío ahora es mejorar la asignación de recursos para enfrentar la pobreza en esas zonas del país”, aseguró.
El analista señaló que el informe presentado también genera una exigencia para las familias porque el logro de los resultados de las personas no sólo depende de las políticas públicas, sino lo que pase en los hogares, siempre con la supervisión del Estado.
Pobreza en el VRAE
“Hay un desafío, hay regiones, el VRAE es una de ellas, donde se concentran altos niveles de pobreza, de débil presencia del Estado y eso plantea un desafío de construir políticas públicas que respondan a las necesidades de la población y mejoren la calidad de vida”.
Arnillas Lafert sugirió que se debe poner metas expresas en la reducción de la pobreza y desigualdad en el país, porque las metas vigentes son al 2011.
“Desde la perspectiva de la Mesa (de Concertación) pensamos que sí es posible reducir significativamente no sólo la pobreza, sino la desigualdad y en ese sentido estamos buscando los acuerdos sociales y políticos para hacerlos posible, finalizó Federico Arnillas