SAN MARTÍN. Noemí Huamán Rodríguez, integrante de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Pacaypite, comenta cuáles son los impactos del cambio climático en la producción del café y las iniciativas posibles para mitigar este fenómeno. Estas declaraciones las brindó en el último programa de Diálogos Al Aire, producido por Inforegión en alianza con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), difundido a través de Radio y TV Atmósfera, en Moyobamba.
«El cambio climático nos ha afectado en el año 2022. Las muchas lluvias han perjudicado el tiempo de cosecha [porque] se nos ha caído rápido el grano del café. También cuando ha sido verano, [enfermedades como] el arañero y el ojo de pollo, [además], de la escasez de agua para el lavado de nuestro café, ha afectado nuestra producción», advierte Huamán.
La asociación mencionada está conformada por 28 socios (26 mujeres y 2 hombres), quienes se dedican a la producción del café. Noemí comenta que con su marca «Cholita coffee», la agrupación es consciente del impacto del cambio climático en sus cultivos. Además, de que otros fenómenos como la deforestación los obliga a buscar formas de cuidar el medio ambiente donde viven.
«Estamos trabajando en la reforestación, cuidando la cuenca del río Jerea. Algunos árboles que se están perdiendo nosotras los volvemos a sembrar. También estamos reforestando lo que es el camino a las cataratas del Lejiayacu y la quebrada del Lejiayacu porque la deforestación nos ha afectado muchísimo, ya que se han secado nuestros cultivos. Eso nos preocupa como comunidad y asociación», sostiene.
En San Martín, una de las principales regiones cafetaleras del Perú, las tierras ya no producen como antes. Según un estudio (2014) realizado por Fabiola Guzmán, especialista en Adaptación basada en Ecosistemas de Montaña, las proyecciones climáticas realizadas en la región señalaban que el cambio climático tendría impactos más severos, situación que afectaría la producción del café.
Con los años, podemos notar que esas predicciones ya son una realidad. «Las tierras ya no producen como antes. Antes sembrábamos yuca, ahora tenemos que comprar de otro lado. Nosotros ya no podemos llevar un control del verano o invierno, ya no podemos planificar el tiempo de cosecha porque hay mucha lluvia. Eso no nos deja cultivar el café. También en el secado, porque no todos contamos con una secadora solar.»
A pesar de las adversidades, la asociación busca mitigar los impactos del cambio de temperaturas para así continuar produciendo café. Por esta razón, diversas regiones del país vienen utilizando abonos orgánicos, pues actualmente las comunidades son conscientes de la contaminación que producen los fertilizantes químicos.
«El rendimiento de la producción es bajo, debido a que los abonos han estado caros. Por ello, cada uno de la asociación tenemos nuestra compostera y elaboramos nuestro propio compost con los componentes de nuestra zona. De esa manera sacamos nuestro abono orgánico, ya sea para nuestras parcelas de café o para nuestros biohuertos», enfatiza Noemí Huamán.
En relación a la contaminación de los ríos, Noemí afirma que antes, diversas comunidades lavaban el café en las cuencas, pero en la actualidad se busca concientizar sobre esta práctica. «Años anteriores el café se lavaba en los ríos y quebradas. Esto contaminaba nuestras aguas, pero ahora como asociación ya contamos con nuestros pozos de agua miel y estamos concientizando a las personas para dejar de contaminar nuestro río Jera», refiere.
Otra práctica negativa que se busca combatir es la quema de bosques. «Estamos incentivando a que nuestras familias y demás personas dejen de quemar las invernas o los bosques, además de la tala de los árboles. Esto es un problema que nos preocupa como asociación, pero a veces la población no entiende», señala la cafetalera.
Finalmente, Noemí Huamán resalta la importancia de la presencia de mujeres en el sector agrícola. Además, sostiene que desde el empoderamiento, ellas también pueden buscar formas de ahorro para formar un negocio propio a futuro. «Las mujeres nos dedicamos también a la artesanía o [a la crianza] de animales menores. Incentivamos a que las mujeres de cada familia puedan emprender en algo y en los ahorros, tenemos un grupo de ahorristas para que cada mujer o cada madre pueda emprender en un negocio y pueda salir adelante», enfatiza.