Las rutas aéreas clandestinas del narcotráfico en el Vraem

No solamente buenas noticias se tiene de Canayre, con su reconocimiento como distrito, también son aquellas endémicas relacionadas a uno de los lastres que viene operando en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem): el  Narcotráfico, pero no cualquiera, sino aquel que logra una importante inversión metiendo avionetas para transportar esta mercancía con dirección de otras zonas.

Según cuenta una fuente directa esta ruta aérea que se abrió en el Vraem es por decisión propia de firmas del narcotráfico vinculadas con mafias bolivianas y brasileñas, se vienen trasladando hasta estos países para transportar la carga ilegal hasta Europa, cuyo valor se multiplica entre 20 a 50 veces.

LAS PISTAS NARCOS.

La fuente indica que desde hace mucho tiempo existen personas que no se les ha visto anteriormente en el Vraem, estas mismas se acercan a zonas comunales conformadas por nativos o colonos para poder proponerles la construcción de un aeropuerto clandestino que permita aterrizar avionetas con uno o dos motores.

“Se necesita solamente entre 40 a 50 personas para realizar una faena de dos días, ellos eligen el terreno para poder realizar la faena, por lo general son terrenos comunales o de personas que han abandonado sus chacras; aunque ahora último hacen la limpieza en algunos islotes que se han formado por la baja de la corriente del río”, manifiesta la fuente.

Los pobladores que trabajan en esta faena reciben entre 200 a 350 dólares cada uno de ellos, los mismos que custodian la zona para no ser sorprendidos por las fuerzas del orden al momento de realizar el trabajo comunal.

Se sabe que muchos de los que se encuentran laborando en esta actividad ilícita serían cocaleros, peones que van al Vraem para realizar trabajos agrícolas, como también miembros de las comunidades ashaninkas.

En cada uno de estos aeropuertos clandestinos, construidos por pobladores se tendría el aterrizaje de avionetas con un motor y con dos motores; el primero podría lograr el transporte de entre 350 a 400 kilos de droga, los mismos que son intercambiados con el dinero que también llega con las avionetas, mientras que el segundo puede llevar entre 600 hasta mil kilos de droga, lo que permite una alta rentabilidad.

LOS CUSTODIOS.

Según la información policial accedida por JORNADA, los principales miembros que custodian estos aeropuertos de acopio del narcotráfico sería Sendero Luminoso, que forman cordones de seguridad, alertados por los acopiadores de droga.

La información del Comando Especial del VRAEM indica que “se viene desarrollando acciones contundentes, cada vez que esta actividad ilícita (de transporte de droga por vía aérea) es apoyada por la organización terrorista “Sendero Luminoso”, dirigida por Víctor Quispe Palomino; alias Camarada “José” o “Iván”, brindando la seguridad para el acopio, traslado y entrega a organizaciones del narcotráfico internacional”.

De esta manera sería muy difícil la intervención terrestre de parte de las Fuerzas Armadas al momento que las avionetas del narcotráfico recojan la mercancía ilegal, pues se sabe que Sendero Luminoso recibe “cupos de guerra” por la seguridad que montan alrededor de estos campos de aterrizaje no controlado.

Hasta el momento se sabe que existen estos campos de aterrizaje no controlado en el distrito de Santa Rosa (en la zona conocida como Luiciana, en cercanías de la hacienda Parodi), en el centro poblado de Comumpiari; en Samugari (donde se encuentra la base antidrogas de la Policía Nacional del Perú) en la zona conocida de Canal.

Mientras que en el distrito de Llochegua también existirían hasta cinco campos clandestinos de aterrizaje que servirían a firmas bolivianas.

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