PERÚ. La creación de pequeños reservorios, las zanjas de infiltración, la reforestación, la revegetación o los bodefales son algunas de las tantas formas en la que los ciudadanos, sobre todo de la zona andina del Perú, han tenido que ingeniárselas para preservar y conservar este recurso hídrico, cada vez más carente en nuestro planeta.
“La humanidad ha logrado avances notables, hasta podemos producir sin tierra, pero lo que no podemos hacer es producir plantas y animales sin agua”, afirma Laureano del Castillo, director ejecutivo del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), a Inforegión.
Una de las técnicas más usadas para gestionar el agua son los reservorios (qochas), fundamentales en la agricultura, ya que te permite reservar este recurso en épocas austeras de lluvias. Para Laureano, desde hace décadas se ha visto una mayor inversión de los reservorios en los valles costeños por el tema de la agroexportación. Proyectos como Imperial, Chavimochic o Majes son algunos de ellos; sin embargo, se le ha dado “muy poca atención a la sierra y a la selva, sobre todo a la sierra, que tiene agricultura de pequeña escala, es decir, que dependen de las lluvias estacionales”, afirma.
En el marco del Día Mundial del Agua, estas dificultades no han amilanado a 15 mujeres ayacuchanas pertenecientes a la Asociación Bartolomé Aripaylla (ABA), que como una forma de preservar sus conocimientos ancestrales vienen construyendo qochas como parte de un proyecto de siembra y cosecha de agua. Esta técnica capta el agua de las lluvias para que posteriormente sea aprovechada en épocas de sequías. El modelo innovador ha sido llevado a otros países como Costa Rica.
Por parte del Estado, se ha desarrollado Fondo Sierra Azul del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), que busca beneficiar a los pobladores de pobreza y pobreza extrema a través de “estrategias para la retención de las aguas, dentro de una cuenca hidrográfica, para así obtener una oferta sostenida evitando se pierdan grandes volúmenes en el mar”, se lee en su página web.
Para Laureano, el problema de la poca atención a la sierra del país es un “tema de voluntad política», se viene olvidado que en la sierra es donde está la mayor cantidad de productores agropecuarios. Ahí están la inmensa mayoría de productores, ellos producen la mayor cantidad productos que comemos”, finaliza.
En el 2012 se realizó el IV Censo Nacional Agropecuario en donde se señala que hay 2.2 millones de unidades agropecuarias, es en este punto donde el Estado debe poner sus mayores esfuerzos para generar capacidades que ayuden a fomentar la conservación del agua y el ambiente.